Cuadros, miel, orfebrería y una Virgen Desatanudos para el Papa

Pese a que ya es el cuarto encuentro desde que el cardenal argentino se convirtió en Papa, la ansiedad de la presidenta Cristina Kirchner fue la misma que en los viajes anteriores. La mandataria arribó al mediodía a Roma donde fue recibida por el obispo George Gänswein;  y vestida para la ocasión se dirigió hacia la residencia de Santa Marta donde se saludó con el Papa. Posteriormente, realizaron el clásico intercambio de regalos.
Los mismos estaban expuestos en una mesa e incluían hasta miel de productores chaqueños “que se exporta a Emiratos Arabes Unidos”. Pero el primer obsequio en ser entregado por Cristina fue un rosario de bronce y alpaca con una técnica especial de cincelado, calado y grabado, que fue realizado por el orfebre de Las Termas de Río Hondo, Miguel Angel Zeitcher. También le regaló un óleo del artista Jorge Esteban Calvo con la imagen de Eva Duarte de Perón. “Sabiendo que usted es un admirador, le trajimos esto”, le explicó risueña la mandataria. Y sumó un retrato de Su Santidad, realizado por el artista Roberto Devorik. Según la mandataria “tipo Andy Warhol”. También le llevó un retablo con la imagen de la Virgen de Luján hecha por Victoria Carassa para “la cabecera de la cama”, le sugirió con humor. Además, le obsequió obras de orfebrería que le habían regalado a ella. Entre los regalos se destacó una escultura sonora gigante de la Virgen Desatanudos realizada por Fernando Pugliese y de la cual, se sabe, el Papa es devoto. Cuando se la entregó y al escuchar que desde la caja sonaba el Aleluya, la mandataria comentó: “Sonoro, sólo los argentinos podíamos hacerlo”.
Por su parte, Francisco le entregó a la Presidenta un rosario y una artesanía en bronce, y bendiciones para su hija Florencia, para la familia de su hijo Máximo y una “especial” para el fallecido ex presidente Néstor Kirchner. Contenta Cristina le presentó a los integrantes de su comitiva entre quienes estaban el diputado Andrés “El Cuervo” Larroque que le obsequió al Pontífice una remera de La Cámpora; y Eduardo de Pedro que le llevó salamines de Mercedes, “los mejores del país”, aseguró.