El rapero Sean “Diddy” Combs, magnate de la industria musical estadounidense, fue declarado culpable este miércoles de dos cargos de transporte para participar en prostitución pero quedó absuelto de las imputaciones por tráfico sexual y asociación ilícita, que lo hubieran llevado a cumplir una condena en prisión para toda la vida. En el momento en que se leyó el veredicto, el fundador de Bad Boys Records rompió en llanto y agradeció a su familia.
El juicio contra Combs, también conocido bajo el apodo de "Puff Daddy", duró casi dos meses, con audiencias realmente intensas y días de deliberación entre los miembros del jurado, quienes analizaron que la prueba presentada no fue suficiente para demostrar que estuviera involucrado en delitos como conspiración para crimen organizado.
Juicio a "Diddy" Combs: mostraron videos de las "fiestas sexuales" y la tensión inundó la sala
Las penas de estas acusaciones implican sentencias que van desde los 15 años, como mínimo, hasta cadena perpetua. Sin embargo, los cargos por los que fue hallado culpable son punibles en estados Unidos con hasta 10 años de cárcel cada uno. A pesar de ello, lo ocurrido fue interpretado como una victoria para su equipo legal, y pudo verse a su abogada, Teny Geragos, con los ojos llenos de lágrimas y apretando la mano del rapero de 55 años.
El artista de hip hop, a quien se ha visto en el recinto leyendo libros como El poder del pensamiento positivo, de Norman Vincent Peale, se contuvo mientras el juez daba las gracias a los miembros del jurado, pero al final de la lectura, se volvió a su familia que a lo largo del juicio le ha arropado y murmuró feliz: "Me voy a casa".
Pero a pesar de su deseo, el juez Arun Subramanian le denegó la libertad bajo fianza y permanecerá detenido hasta que se conozca su sentencia, durante una audiencia que tiene fecha para el 3 de octubre próximo. Los abogados de Combs habían propuesto que pagara un millón de dólares como caución, a lo que la Fiscalía se negó rotundamente.

El proceso judicial contra Sean Combs se inició luego de una acusación federal presentada en 2024, en la que se le imputaban delitos de tráfico sexual mediante coacción, transporte para prostitución y conspiración de asociación ilícita. Posteriormente, se sumaron dos acusaciones adicionales, momento en que el artista se declaró inocente de todos los cargos.
La imputación lo señalaba como líder de una supuesta organización que “abusó, amenazó y coaccionó a mujeres” para participar en orgías sexuales prolongadas bajo los efectos de drogas, conocidas como freak-offs o white parties (fiestas blancas), y luego las habría intimidado para que guardaran silencio.
Varios videos de esas reuniones fueron reproducidas de manera privada a los jurados como evidencia.

Los miembros, ocho hombres y cuatro mujeres, comunicaron que el veredicto fue alcanzado de forma "unánime" y lo condenaron por transportar personas por todo el país, incluidas sus novias y trabajadores sexuales masculinos pagos, para participar en los mencionados encuentros sexuales -una violación grave de la Ley Mann federal- donde algunos testigos expresaron haber sido obligados y coaccionados.
La declaración de la expareja de "Diddy" Combs
En un caso complejo y altamente mediático desde el punto de vista legal, el jurado había mostrado sus divisiones. El martes alcanzó un acuerdo en cuatro de los cinco cargos (tráfico sexual y trata con fines sexuales) pero declaró que las divisiones entre los miembros impedían un acuerdo sobre el de asociación ilícita, uno de los más importante.
El juez les pidió que siguieran las deliberaciones y este miércoles llegaron al acuerdo unánime. Cassandra "Cassie" Ventura, expareja de Diddy, "allanó el camino" para que lo declararan culpable de algunos de los cargos que se le imputaban, dijo su abogado Doug Wigdor.
"Este caso ha demostrado que hace tiempo que debería haberse producido un cambio, y seguiremos luchando en nombre de los supervivientes", dijo en un comunicado enviado a la la agencia AFP. Durante el proceso, Ventura lo denunció por haberla violado, agredido físicamente y obligado a participar de este tipo de fiestas "degradantes", e incluso se exhibió una grabación en la que se lo ve dándole una golpiza en el pasillo de un hotel.
La expareja de Combs durante más de una década lo acusó en la justicia civil al rapero por violación y agresión sexual. El caso se resolvió extrajudicialmente tras el pago de 20 millones de dólares por parte del magnate, pero desencadenó en una avalancha de demandas civiles y, finalmente, cargos penales.
El juicio de Combs, que duró siete semanas, incluyó testimonios por momentos perturbadores, además de miles de páginas de registros telefónicos, financieros y audiovisuales. En ese contexto, uno de los más resonantes se hizo público en octubre pasado, cuando un hombre sostuvo que cuando era menor de edad aseguró que el cantante le pidió que se baje los pantalones frente a figuras famosas.
"John Doe" -tal como se lo identificó para que no trascendiera su identidad- tenía sólo 16 años en el momento del episodio declarado y soñaba con convertirse en un artista musical, por lo que Combs le habría dicho que tenía “el look” para lograrlo y que podía convertirlo “en una estrella” si accedía a ello.
FP / Gi