Parece que “la primera combatiente” –como le dicen– ya tiene su propia trinchera digital. Cilia Flores, la esposa del presidente venezolano, Nicolás Maduro, estrenó esta semana su programa de televisión.
Nacido como un “esfuerzo para apoyar las historias de hombres y mujeres que luchan en el proceso revolucionario”, la emisión inaugural del programa (de 30 minutos) incluyó fragmentos de entrevistas a mujeres que Cilia catalogó como “protagonistas de la revolución”. Entre ellas, se mostró la historia de una de las propietarias que recibieron viviendas públicas entregadas por el Estado. Allí estuvo ella, exhibiendo –según algunas las primeras críticas– algunas alhajas de más, sentada en el interior del Palacio de Miraflores.
El espacio se transmite por la cadena oficial venezolana de televisión (VTV) los domingos a las 20. “La familia es lo principal para la sociedad, para la revolución, para esta patria. Rescatando los valores familiares, el amor de los hijos hacia los padres, de los padres hacia los hijos, de los padres entre sí...”, fue el mensaje de presentación. “Son millones de personas los que han sido beneficiados, que han sido atendidos, y esas historias también deben contarse. Esta iniciativa la tuvo el presidente Nicolás Maduro y tenía como objeto darles rostro a tantos logros de la revolución”, agregó.
Cilia tiene 62 años, nació en Tinaquillo y es abogada. Fue nombrada presidenta de la Asamblea Nacional y luego procuradora general. Durante mucho tiempo, ella y Maduro convivieron hasta que contrajeron matrimonio en una boda civil celebrada en julio de 2013. Ambos suman cuatro hijos de sus anteriores matrimonios.
Fue Cilia quien supo estar cerca de Hugo Chávez cuando estuvo preso dos años, por haber encabezado el golpe militar de 1992. Sin embargo, en 2013 se vio envuelta en un conflicto cuando se disputó la residencia presidencial de Venezuela con las hijas de Hugo Chávez.
Rosa Virginia y María Gabriela se instalaron en La Casona cuando su padre era presidente. Tras la muerte de Chávez, en abril de ese año, asumió Maduro como presidente, aunque no pudo ingresar a la residencia en un comienzo. Flores puso el grito en el cielo, cansada de que las hijas del líder bolivariano aprovecharan las instalaciones y los servicios del personal doméstico.
Lazos. Hoy, varios de los familiares de la primera dama ocupan cargos en el poder venezolano. Su hijo Carlos Erik Malpica Flores en la Cancillería y en Pdvesa, la compañía petrolera estatal. Bajo el gobierno de Maduro, también ha sido comisionado presidencial para Asuntos Económicos y Financieros. Walter Gavidia Flores, por su parte, es juez noveno de primera instancia; Franquie Flores, empleada de la imprenta de la Asamblea Nacional, y Vladimir Flores, inspector general del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas.
