El actor estadounidense Kevin Spacey, acusado de haber agredido sexualmente a cuatro hombres en el Reino Unido, fue declarado inocente al término de un muy mediático juicio en Londres. La victoria legal alimenta de esta forma su regreso profesional, vaticinan los expertos, incluso si los productores de Hollywood mantienen sus dudas sobre su presencia en el set. "Sé que hay gente dispuesta a contratarme en cuanto me absuelvan", había asegurado el protagonista de "House of cards" semanas atrás.
Tras un mes de audiencias y 12 horas de deliberación, un jurado declaró a Spacey inocente de los nueve cargos que se le imputaban. Cuando se pronunció el veredicto, el lloró y, a las puertas del tribunal, expresó su "reconocimiento" por su absolución. "Estoy enormemente agradecido al jurado que se tomó el tiempo de considerar todas las pruebas y los hechos antes de tomar una decisión y acepto el veredicto de hoy con humildad", dijo.
Auge y caída de Kevin Spacey, de estrella a "depredador" sexual y persona non grata de Hollywood
Desde que comenzó el juicio, bajo una fuerte expectación mediática, a finales de junio, el actor, ganador de dos Oscar por sus papeles en "Belleza americana" y "Sospechosos habituales" fue presentado por la fiscalía como un "depredador" sexual que utilizó su influencia para agredir a hombres jóvenes. Él en todo momento afirmó que todas las relaciones habían sido consentidas y que algunos hechos eran incluso un invento de los denunciantes.
Los hechos supuestamente ocurrieron en el Reino Unido entre 2001 y 2013, sobre todo a partir de 2004, cuando era director del teatro Old Vic de Londres. Cuatro hombres acusaron a Spacey (de 64 años) de nueve cargos, incluidos siete de agresión sexual, uno de provocar que una persona mantuviera relaciones sexuales sin su consentimiento y otro de provocar que una persona mantuviera relaciones sexuales con penetración sin su consentimiento. El cargo más grave contra el actor concernía a un hombre que lo acusó de "drogarlo" y mantener relaciones sexuales con él mientras dormía.
"Prima el deseo de hacer dinero"
Las primeras acusaciones contra Spacey surgieron en 2017 al inicio del movimiento #MeToo, en un momento en que estaba en la cima de su fama como protagonista de "House of Cards", la exitosa serie de Netflix sobre un presidente estadounidense sin escrúpulos. A raíz de ello, fue apartado de la serie y de otros proyectos artísticos en los que iba a participar, y desapareció totalmente de las pantallas. "Todo en cuestión de días", dijo durante el juicio al contar cómo perdió su trabajo y su reputación.
De acuerdo con el abogado de celebridades Christopher Melcher, mientras los cargos pesaban sobre Spacey, el actor era "incontratable", pero este veredicto cambia las cosas. Típico de Hollywood, todo se reduce a dinero, dice Melcher, para quien Spacey aún es "un actor muy popular", cuyos fans mostraron apoyo diario durante el juicio en Londres. "Ninguna decisión de casting será hecha por benevolencia", dijo. "Prima el deseo de hacer dinero". "Los productores observarán esta victoria legal y podrían utilizarla como una razón para contratarlo de nuevo", dijo Tre Lovell, abogado de la industria del entretenimiento.
La exoneración de Spacey llega menos de un año después de que un tribunal en Nueva York descartara una demanda por conducta sexual impropia. En 2019, cargos por ataque sexual en su contra también fueron retirados en Massachusetts. Pero a pesar de las victorias legales, la reputación del actor sufrió en medio de tantas acusaciones y por las revelaciones de detalles vergonzosos o incómodos. Él solo atinó a admitir que se "aproximó a gente sexualmente" para aliviar "el peso" de la soledad, mientras su defensa se centró en inconsistencias en las acusaciones y testimonios de celebridades que lo apoyaron, como Elton John.
Con tantas acusaciones contra Spacey, muchas de ellas provenientes de colegas actores, el artista podría sin embargo convertirse en un peso para los productores, agregó Melcher. Si surge una nueva acusación "verdadera o falsa, el productor está bajo aviso de todas las acusaciones hechas en el pasado, por lo que tendrían un mayor deber de proteger al reparto y al equipo", dijo el abogado, que sugirió que contratos futuros podrían limitar las interacciones sociales de Spacey con el elenco y el equipo técnico, o que podría ganar un "chaperón" en set que lo protegería de nuevas acusaciones al tiempo que le garantizaría "ojos y oídos" a los productores como medida de protección.
Pero de acuerdo con Evan Nierman, director ejecutivo de la firma de manejo de crisis Red Banyan y autor de "La maldición de la cultura de la cancelación", los "detalles" de los juicios "sólo fueron seguidos por un pequeño grupo" y la mayoría del público "se queda con la principal conclusión, que es: es inocente", agregó el autor de "La maldición de la cultura de la cancelación".
Se recuerda el caso de Johnny Depp, que el año pasado ganó un juicio de difamación contra su exesposa Amber Heard y después su última película abrió el festival de cine de Cannes en mayo, y contó con un cálido recibimiento de los fanáticos. Aún es, además, el lucrativo rostro de un perfume de Dior. Tal como ocurrió con Depp, Spacey podría ganar impulso gracias a seguidores que respetan a los actores "quienes defendieron lo que creyeron era correcto", dijo Melcher.
"Lo que ocurrió con Johnny Depp es un buen ejemplo para Kevin Spacey", dijo Nierman. "En cuanto recibió el veredicto, volvió a su trabajo y las oportunidades empezaron a presentarse de nuevo. "Creo que a Kevin Spacey le va a pasar lo mismo".
Estrella en ascenso en Hollywood
Kevin Spacey Fowler nació en Nueva Jersey en 1959, creció en California, donde cursó por poco tiempo a la escuela militar, de la cual fue expulsado. El actor habló sobre una infancia difícil, con un padre que él ha descrito como un "supremacista blanco" y un "neo-Nazi", que despreciaba a los gais y que no valoraba el interés de su hijo en el teatro.
A pesar de eso, en 1979 Spacey se matriculó en Juilliard, la prestigiosa escuela de arte de Nueva York. Su mayor éxito en esos primeros años de teatro vino en 1986, en "Long Day's Journey Into Night", en la cual compartía escena con Jack Lemmon.
Su primer rol en una película fue en "Se acabó el pastel" en ese mismo año, protagonizada por Jack Nicholson y Meryl Streep. Spacey interpretó a un ladrón en el metro en la producción dirigida por Mike Nichols, con quien volvería a trabajar en 1988 en "Armas de mujer".
Spacey también tanteó la televisión y fue aclamado al dar vida a un joven jefe del crimen paranoico, psicótico e incestuoso en la serie "Wiseguy". En 1995 interpretó al asesino en serie de "Seven". Asimismo obtuvo su primer Óscar por mejor actor de reparto en "Sospechosos habituales".
La consagración de Spacey llegó en 1999 con "Belleza americana", en la que encarna a un padre de mediana edad que enloquece por una adolescente. Logró su segundo Óscar, esta vez como mejor actor, con esa cinta que se alzó con cinco premios de la Academia, incluyendo mejor película.
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De los escenarios de Londres al éxito de “House of Cards” en Netflix
En los años siguientes, Spacey cosechó reseñas mixtas al inclinarse hacia roles más ligeros. En 2003, anunció que asumía la dirección artística del teatro Old Vic de Londres y su gestión de diez años en el histórico teatro fue ampliamente aclamada.
Protagonizó y atrajo a actores y directores a producciones diversas y atrevidas, deleitando con el "Ricardo III" de Shakespeare y poniendo en escena clásicos estadounidenses de Eugene O'Neill, Arthur Miller y Tennessee Williams. Durante esa época, también cosechó aplausos en la pantalla grande como el nefasto villano Lex Luthor en "Superman Returns: El regreso".
En 2013, Spacey contribuyó a la revolución del streaming en Hollywood al tomar el protagónico de la primera gran serie de Netflix, "House of Cards", en la interpretaba a un diputado ambicioso y sin escrúpulos que llegaba a la Casa Blanca. La serie se volvió un fenómeno cultural. Fue la primera serie exclusivamente en línea nominada y ganadora de un Emmy, y marcó además el comienzo de la era del maratón de series.
Caída al ritmo del #MeToo
El imperio de Spacey comenzó a desmoronarse en octubre de 2017. Apenas tres semanas después de que las acusaciones contra el productor Harvey Weinstein salieran a la luz pública, Spacey fue golpeado por el movimiento #MeToo cuando el actor Anthony Rapp lo acusó de haberlo agredido sexualmente a los 14 años en una fiesta en Nueva York en 1986.
Spacey se disculpó rápidamente, pero fue criticado por intentar desviar la atención de la noticia confirmando finalmente que es gay, un secreto a voces en Hollywood desde hacía años. Desde entonces, su estrella se apagó.
En menos de un mes, Spacey fue acusado de abuso sexual por varios hombres en Estados Unidos y el Reino Unido, expulsado por Netflix y, sorprendentemente, retirado a última hora de la película "Todo el dinero del mundo".
afp / ds