Dos hechos que tienen como protagonista a un mismo personaje se dan de manera sincrónica en dos puntos de Europa. Por un lado, en la costa francesa, la edición 2023 del Festival Canneseries, se estrenó Juan Carlos I, la caída del rey, un documental dirigido por el alemán Christian Beetz y cuyo título es por demás transparente.
Mientras esto sucedía en dicho certamen de series y documentales, el exrey español regresaba a España a bordo de un avión privado, procedente de Londres. Juan Carlos I había estado en la capital británica para presenciar el partido que jugaron el Chelsea y el Real Madrid. Esta es la segunda visita a su país desde que por cuestiones judiciales, eligió radicarse en Abu Dhabi en agosto de 2020. A pesar de que se había dicho que visitaría a su hijo en Madrid, esto no sucederá. Se hizo pública la negativa de Zarzuela sobre la vuelta al país del emérito, y este quiere dar poco de qué hablar y evitar la exposición pública. Algo que fue imposible. Ya su llegada a Vigo y el traslado a casa de un amigo suyo que lo aloja durante su estancia fueron seguidos por los medios. Incluso su preparación para una regata en la que tiene pensado participar. Lo único que el padre del rey hizo fue evitar contacto directo con los medios como sí hizo en mayo de 2022, en ocasión de su primera visita a España desde su salida a Abu Dhabi.
El lado B del rey. Mientras el emérito se mostró con su amigo anfitrión y el resto de la tripulación del velero Bribón, donde pasó una tarde entrenando para la regata, en Canneseries se seguía con atención el estreno del documental sobre el devenir de su caída como monarca. En la sinopsis de Juan Carlos I, la caída del rey se describe lo siguiente: “Durante muchos años, el rey Juan Carlos I fue un héroe español, celebrado en todo el mundo, por reformar España con sus valores modernos, progresistas y democráticos hasta que los escándalos y las acusaciones en torno a sus arreglos financieros lo llevaron a abdicar en 2014. Este docu-thriller –así se lo describe– trata sobre las acusaciones que rodean al exrey en una lucha por el dinero, el sexo y el poder”.
En una entrevista que dio su realizador, Christian Beetz, en la previa del festival habló sobre la situación que él y su equipo vivieron durante la preparación del mismo. “Después de hacer nuestra primera ronda de entrevistas con periodistas, recibimos una llamada anónima que decía: ‘Tengan cuidado con lo que están haciendo aquí’”. Según Beetz, quien tiene un historial de documentales, ese llamado marcó para ellos “el comienzo de una pesadilla”. Si esta situación es una cuestión marquetinera, solamente él lo sabe.
Para Beetz, durante el proceso de realización del documental su correo electrónico estuvo hackeado y su teléfono intervenido, a punto tal que todo el equipo involucrado tomó precauciones como, por ejemplo, dejar los teléfonos celulares en la heladera, algo que hacía Edward Snowden, el hombre de los WikiLeaks. En el trailer del documental, se muestra lo que quizás es una de las secciones más importantes, una entrevista a la condesa alemana Corinna Larsen Sayn-Wittgenstein, la amante del exrey, cuya aparición en la famosa cacería del elefante marcó una bisagra en la vida familiar y pública del monarca español. Además, fotos inéditas de ambos que dan cuenta de lo extensa que fue esa relación amorosa.
Este no es el primer documental sobre la debacle de la figura de Juan Carlos I, en 2022 HBO estrenó Salvar al rey. En tres capítulos, a través de testimonios de periodistas, exagentes del servicio de inteligencia español, y sobre todo una reconocida fotógrafa española, entre otros, se muestra un monarca más afecto a la vida dispendiosa que a las que se supone debe tener un personaje de su talla. Incluso se lo menciona como el que, desde las sombras, alentó el intento de golpe de Estado que sufrió España en febrero de 1981.
La Casa Real. Sobre ninguno de estos asuntos, la Casa Real se ha manifestado. Esto es, en el caso de los documentales mencionados, no emitieron comunicado alguno. Y sobre la presente visita de Juan Carlos I a España, tampoco. Lo único concreto es que este viaje se mantendrá con carácter de viaje privado.
