Ya tiene chef designado, Eric Greenspan; ya tiene los “surtidores” eléctricos para los autos Tesla; ya instaló una megapantalla donde exhiben escenas de actividad espacial de su empresa SpaceX; incluso tiene el eslógan dicho por él mismo: “Grease se encuentra con los Supersónicos con Supercarga” (“Grease meets the Jetsons with Supercharging).
Lo único que falta es la fecha oficial de apertura de Tesla Diner, el restaurante que Elon Musk montó en West Hollywood, en Los Ángeles. Es también cierto que el hombre más rico del mundo tiene muchos frentes abiertos desde que eligió convertirse en el crítico más poderoso de la ley presupuestaria que Donald Trump logró que se le aprobara en el Congreso.
Francia enfrenta Elon Musk por su red social X.
A tal punto Musk está enojado con ese rumbo económico que hace unos días, retomó en X los posteos sobre la relación entre Trump y Jeffrey Epstein, el financista acusado de corromper mujeres a las que ofrecía a personajes poderosos en las bacanales que organizaba en una isla propia en las Bahamas.
Desafíos. Además, Elon Musk emprendió un nuevo horizonte político y lo anunció en X y escribió: “Hoy se crea el Partido de América (Estados Unidos) para devolverle la libertad al país”. Y fundamentó que esta decisión había sido aprobada por el 65% de los 1,2 millones de norteamericanos que respondieron una encuesta que pedía se respondiera sí o no la pregunta de si querían que el “Partido de América” viera la luz. “Cuando se trata de arruinar nuestro país (Estados Unidos) mediante el despilfarro y la corrupción, vivimos en un sistema de partido único, no en una democracia”, dijo Musk.
¿Qué porcentaje de los seguidores en X de Elon Musk apoyan su partido político?
A esto le siguieron por parte de Trump, el enunciado “para sus fans” de la posibilidad de deportar a Sudáfrica a su ex aliado y espónsor. Y por parte de J.D. Vance, el vicepresidente, el anuncio de que dejaba X para pasarse a la competencia, BlueSky. Wall Street muestra preocupación por Tesla y porque, además, Linda Yaccarino renunció como CEO de X.
