Aunque en los últimos días los resultados no fueron del todo buenos para Tesla en Wall Street, sí lo fue en su nueva unidad de negocios, la gastronomía. En Los Ángeles, finalmente abrió el primer restaurante de Elon Musk, el Tesla Diner.

Este espacio de comida fast food, con capacidad para doscientos cincuenta personas, tiene una arquitectura que parece inspirada en la serie de animación Los Supersónicos. Y su menú lleva la firma de Eric Greenspan, un chef que combina una formación tradicional francesa y entrenamiento en cocinas a cargo de chefs como Alain Ducasse y Ferran Adrià, con horas de televisión acumuladas en programas de gastronomía como el reality Iron Chef America, o Eric Greesnpan is hungry (E.C: tiene hambre), un programa de para el canal National Geographic con el que recorrió Estados Unidos para mostrar qué y cómo comen los estadounidenses.
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París
“Alegría de vivir”, respondió Greenspan cuando le preguntaron qué había aprendido, además de estudiar, durante su experiencia como estudiante extranjero en Le Cordon Bleu Paris. En 2017, esta escuela de alta cocina que tiene ciento treinta años de historia, dio una recepción en Los Ángeles para sus ex alumnos diplômés de cuisine. Y por su desarrollo profesional, Greenspan fue el elegido para hablar y preparar los entremeses: brochetas de lomo con papas fritas, mini croque monsieur, crostini ratatouille.

Cuando habla de su vida, deja claro que la gastronomía siempre fue a lo que quiso dedicarse. Por eso, cuando terminó sus estudios en administración de empresas en la Universidad de California, donde incluso trabajó en el sector de comidas, convenció a sus padres de que, en lugar de aceptar un auto como regalo, le dieran el dinero para que pudiera matricularse en el mencionado Le Cordon Bleu Paris. “Igual, sabían que de regalarme el auto lo hubiera vendido para seguir mi deseo”, dijo Greenspan en un reportaje con Los Angeles Times.
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Terminado los estudios en París, durante cuatro años estuvo en Nueva York trabajando en Essex House, uno de los restaurantes del famoso chef y empresario francés Alain Ducasse; en Union Pacific, del exitoso chef Rocco DiSpirito; y en uno de los de David Bouley, el chef norteamericano a quien se le atribuye haber introducido la nouvelle cuisine en Estados Unidos. Y también hizo una pasantía en El Bulli, el restaurante que del chef español Ferran Adrià.

Camino propio
A fines de 2001, regresó a Los Ángeles donde trabajó en un par de restaurantes, uno de ellos Patina, del chef alemán Joachim Splichal, llamado también el “padrino de Los Ángeles dining”. Al mismo tiempo, era profesor de cocina en la Kitchen Academy de Hollywood donde conoció a quien sería socio, en 2007, de The Foundry, su primer restaurante. Con este emprendimiento tuvo el reconocimiento de varias publicaciones especializadas y también de aquellas que aportan otro nivel de fama.
También fue en The Foundry donde, lo que nació como una propuesta más del menú, terminó por ser un éxito comercial que obligó a un recambio de estrategia. “El sándwich de queso a la plancha surgió como un elemento más de una tabla de quesos del menú”, contó Greenspan al medio Living the gourmet. “Pero el sándwich se popularizó, después ganamos un premio y apareció en secciones como ‘Lo mejor que he comido’. Sinceramente, la popularidad del sándwich de queso a la plancha contribuyó al cierre de The Foundry de muchas maneras, ya que se volvió un lugar muy popular, y menos elegante de lo que nos habíamos propuesto. La gente que venía a probar los menús degustación empezó a pedir solo el sándwich”. A este exitoso espacio, le siguieron otros en sociedad con colegas e inversores. También el ingreso de Greenspan a la televisión, lo que aumentó su popularidad.

Biografía
Eric Greenspan nació en Nueva Jersey hasta que a los nueve años su familia se mudó a California. “Quizás sea el chef judío menos kosher de Estados Unidos”, suele bromear cuando le preguntan cómo prepara los platos para las celebraciones en familia. En 2012 se casó con Jamie Molever y tienen dos hijos, Max y Meyer. Por ahora, desde la apertura del Tesla Diner, no hubieron fotos de Elon Musk en el restaurante. Y no fue Greenspan quien comunicó que el menú era obra suya, sino una de las accionistas de Tesla, quien lo hizo a lo Musk, con un posteo en X.
EI/DCQ