Era uno de los matrimonios más consolidados de Hollywood, su amor parecía inquebrantable. Juntos superaron muchos embates y se sostuvieron el uno al otro en los momentos más difíciles. Pero tras trece años de matrimonio y dos hijos –Dylan Michael y Carys Zeta–, Catherine Zeta-Jones y Michael Douglas se divorcian. Así lo asegura en su portada la revista estadounidense Star. Y la separación le costaría al actor la cifra de 300 millones de dólares a título de indemnización.
La pareja hacía meses que se veía envuelta en rumores de crisis y hacía rato que no se los veía juntos. Entre los desencadenantes de la ruptura, la publicación señala el cáncer de garganta que sufrió el actor de 68 años en agosto de 2010. Es que si bien estuvo siempre apoyado por su esposa, hace unos meses el protagonista de El crimen perfecto declaró al diario inglés The Guardian, que uno de los motivos por los cuales se padecía la enfermedad era el sexo oral, y eso habría molestado a su mujer. Igual explicación dio en Cannes, en mayo último, donde presentó Detrás del candelabro, film que había tenido que suspender por su tratamiento contra el cáncer: “El tumor del que fui tratado en 2010 fue causado por el VPH que procede en realidad de la práctica del sexo oral. Al principio me preocupé por si el encarcelamiento de mi hijo –Cameron quien está acusado de tráfico de drogas– desencadenó el cáncer, pero lo cierto es que es una enfermedad de transmisión sexual”. Y agregó: “No me arrepiento de haber fumado y bebido. El cáncer que yo tenía lo causó el virus del papiloma humano, que viene en realidad de la práctica del cunnilingus”.
Tales palabras ubicaron a Zeta-Jones en una posición incómoda y el actor se vio obligado a realizar una aclaración. Su representante, Allen Burry, enseguida salió al cruce y aseguró que Douglas habló del cáncer en general y nunca del suyo específicamente. Entonces, el diario The Guardian publicó el audio de la entrevista para despejar todas las dudas.
Otro posible motivo de la separación señalado por Star es la bipolaridad de la actriz, trastorno por la que está en tratamiento desde hace dos años y por la que tuvo que ser hospitalizada en varias ocasiones. La última recaída fue el pasado 30 de abril; por ese motivo tuvo que internarse en un centro especializado y obtuvo el alta casi dos meses después. Los episodios de crisis y los constantes cambios de humor que provoca esta enfermedad habrían horadado la vida conyugal.
No obstante, hace dos semanas Catherine reapareció, espectacular, a sus 43 años, enfundada en un vestido negro de la diseñadora Maria Lucia Hohan. El mismo dejaba al descubierto sus piernas y el encaje semitransparente que resaltaba su figura. Con el pelo suelto y unos tacos altos se mostró sonriente en todo momento. Fue en la alfombra roja de Los Angeles, en la première de Red 2, película que protagoniza junto a Bruce Willis y Helen Mirren. Quien no estuvo en ese momento fue su marido Michael Douglas y la actriz tuvo que posar sola ante las cámaras.
Hace un año la actriz declaró: “Nuestro matrimonio dura porque nos damos tiempo lejos uno del otro”. Y agregó: “No pienso en divorciarme”. Hoy esa distancia parece ser irremontable.
