¿Qué se necesita para promocionar algo a gran escala? Sencillamente, un personaje convocante que genera curiosidad, interés, y que sea creíble y, por que no, querible. Fran Drescher, internacionalmente conocida por su protagónico en La niñera (The Nanny), parece reunir esas condiciones. Su presencia y compromiso con el reclamo salarial de los guionistas de Hollywood, le dio una masividad y una visibilidad que esa huelga no logró desde que se inició hace unos meses.
“Este es un momento histórico. Si no nos mantenemos firmes en este momento, todos vamos a estar en problemas. Todos vamos a estar en peligro de ser reemplazados por máquinas y por grandes empresas”, dijo Fran Drescher al anunciar el inicio de un paro del principal sindicato de actores de Estados Unidos, que ella preside. “Lo que sucede aquí es importante porque lo que nos está pasando a nosotros está sucediendo en todo el campo laboral, cuando los empleadores hacen de Wall Street y la codicia, su prioridad para olvidarse de quienes contribuyen de manera esencial para que esta máquina funcione”.
Sí, se hace. Con el 97,9 por ciento de lo votos a favor, el sindicato de actores que preside Fran “The Nanny” Drescher, aprobó unirse a una huelga que se inició a comienzos de mayo, un sindicato más reducido, el de los guionistas. el Writers Guild of America cuenta con once mil quinientos miembros en Estados Unidos; el de Drescher, ciento sesenta mil. Tanto el gremio de actores como el de guionistas, buscan acordar mejoras salariales con la poderosa Alianza de Productores de Cine y Televisión, y con los bautizados “nuevos reyes” de Hollywood, es decir, las compañías de streaming: Netflix, Amazon Prime, Paramount, Warner Bros, y Disney.
CEO que habla. Fue precisamente el CEO de Disney, Bob Iger, quien salió a hablar, luego del discurso donde Fran Drescher anunció que el sindicato de actores se unía a la huelga de los guionistas. “Hemos hablado sobre todos los desafíos que enfrentamos, como por ejemplo, la recuperación del covid que todavía no finalizó. Por eso, este es el peor momento del mundo para profundizar esta situación”, dijo Iger. “Comprendo el deseo de todo sindicato de trabajar en nombre de sus afiliados para obtener una compensación justa en función del valor que entregan. Logramos, como industria, negociar un muy buen trato con el gremio de directores que refleja el valor de lo que ellos aportan a este negocio. Queríamos hacer lo mismo con los escritores y nos gustaría hacer lo mismo con los actores. Pero tienen un nivel de expectativa que, simplemente no es realista sobre lo que este negocio puede ofrecer”.
Según el CEO de Disney esta huelga afectará la economía de diferentes regiones.
Por supuesto, Fran Drescher, consultada por lo expresado por el CEO de Disney respondió: “Si yo trabajara en esa empresa, nunca lo dejaría hablar con nadie sobre este tema; es tan obvio que no tiene idea de lo que le sucede a personas trabajadoras a quienes lo que gana no les alcanza para vivir”.
Ladinos. Uno de los puntos importantes en esta huelga son lo que allí se llama “residuales”. Es decir, los pagos que se hacen –o que deberían hacerse–, cada vez que las plataformas transmiten una producción en la que actores y guionistas participaron. Pero donde radica el problema básico; las plataformas como Netflix y DisneyPlus, no habilitan esas cifras de visualización, y ofrecen pagar una tarifa única por todo lo que transmiten en sus portfolios, más allá de su éxito, es decir, de sus visualizaciones.
Esta situación puede compararse en un punto con lo que sucedía en Argentina antes de la creación de Sagai. Esta entidad que se organizó en julio de 2006, logró mediante el decreto 1914/06 –del Poder Ejecutivo Nacional– ser reconocida como la única autorizada para administrar los derechos intelectuales de actrices, actores, bailarinas y bailarines, y así hacer efectivo el régimen jurídico protector de la propiedad intelectual. Esto permitió que cada vez que en Argentina y en el mundo se emitían producciones donde los mencionados habían participado, se le pague un proporcional.
En alerta. Aunque los premios Emmy son en septiembre, si esta huelga continúa, podrían postergarse para que la alfombra roja no sea un piquete hollywoodense con imágenes emitidas al mundo y en tiempo real.
La alerta roja se encendió con la decisión del director Christopher Nolan de cancelar el estreno de Oppenheimer, previsto para el 17 de julio en Nueva York. Matt Damon y Emily Blunt, dos de los protagonistas, acuerdan con el paro votado por la Asociación de Actores, y en la premiere que sí se hizo en Londres, no caminaron por la alfombra roja, ni ingresaron a la sala para la proyección.