Sin dudas la noche del viernes último no fue una más para Marcelo Tinelli, quien volvió a escribir una nueva página en la historia de Bolívar, la ciudad que lo vio nacer. Y allí, a su lado, Guillermina Valdés, su pareja, quien cursa su tercer mes de embarazo. “Estoy emocionada de haber conocido la ciudad donde nació”, dijo Guillermina ayer a PERFIL. “Me emociona que Marcelo pueda concretar un sueño”, agregó, ya de regreso en Buenos Aires. Se nota: son tiempos donde el amor ha calado fuerte en el conductor, quien no ahorró palabras para ella cuando, desde el escenario ubicado frente al cine Avenida, y luego de agradecer la presencia de toda la cúpula política presente –Daniel Scioli, Martín Insaurralde y Julio De Vido– le dijo: “Estoy muy feliz por todo. Muchas gracias mi amor por estar hoy acompañándome también. Y por hacerme papá de vuelta de un hijo varón; me emociona mucho… Me voy a poner a llorar antes de entrar”.
Luego del discurso de Tinelli, estaba prevista la actuación de un grupo de bailarines y acróbatas de Ideas del Sur, pero la lluvia lo impidió y no quedó más, entonces, que entrar a la sala donde se proyectó un corto de quince minutos con la historia del cine. Para Marcelo fue todo emoción y recuerdos: desde la presencia suya de pequeño con su madre en el cine –un chico y una señora emularon esa situación antes de que comience el film– hasta la anécdota de cuando tiraba coquitos recolectados de los árboles en la cabeza de los presentes en la sala.
El cine fue adquirido en 2006 por el conductor a la familia Otero de Bolívar, que había comprado el terreno a mediados de la década de los 40 y abrió las puertas de la sala en 1951, para mil espectadores, pero ante la posibilidad de que fuera vendido a un emprendimiento inmobiliario Tinelli lo compró y donó a la comunidad para recuperarlo como espacio cultural. La sala principal cuenta con 270 butacas, pantalla y tecnología 3D de última generación. La misma lleva el nombre de “María Esther ‘Chiquita’ Domeño” en honor a la madre del animador.
Ayer, la ciudad de Bolívar volvió a tener la tranquilidad que la caracteriza, aunque por la noche se encendieron las luces del escenario con la presentación de Charly García. “Nunca la ciudad se vio tan convulsionada, ni siquiera con las maratones que él también corre”, explicaba ayer a PERFIL Alejandro Viola, director del área de deportes de esa ciudad. “Marcelo logra esto: revoluciona Bolívar cada vez que viene. Y logra caminar por la calle sin problemas, se nota que le gusta volver”, agregó Alejandra Garayalde, su primera novia.