Hasta los que parecen haber llegado a lo más alto disfrutan del reconocimiento. Aunque se trate del director argentino más reconocido y comercial de su época, el más internacional de la historia, el que puso el pie en aquel lugar muy lejano llamado Hollywood y se llevó dos nominaciones de la Academia y un premio Oscar. ¿Pero a quién no le gusta ganar? Así es que ahí está él, el hombre detrás de las películas más exitosas de la última década, de los pocos directores nacionales cuyo nombre convoca público al cine –incluso congrega a aquellos que dice no ver cine “de acá”–, saboreando la revancha, mientras Metegol, su última película, inaugura la edición 61ª del Festival de San Sebastián.
Y es que hace cuatro años, Juan José Campanella estrenó en la misma sala El secreto de sus ojos, pero se fue con las manos vacías. Y no bastó con el Oscar a mejor película extranjera para compensar el fracaso. “Fue una decepción, por supuesto”, confesó ayer el cineasta en una conferencia de prensa, desde San Sebastián. “No me divierte jugar por jugar; ya desde chico decía: ‘Hagámoslo interesante’. Pero perder es parte de las reglas”. ¿Fue una injusticia? “Por supuesto... Noooo”, dijo entre risas.
El primer paso en el circuito de festivales internacionales de Futbolín, como titularon en España a Metegol, no está nada mal. Se trata, más allá de la “venganza” de Campanella, de la primera película animada que inaugura ese certamen español. Así, la película que costó 20 millones de dólares –aunque, según explicaron los productores, el presupuesto es “diez veces menor que el de una cinta de Pixar”– extiende su vida en la pantalla grande. De ahí que Campanella agradeciera la apuesta de San Sebastián de empezar con ellos y dar éste, como él lo llamó, “espaldarazo a la animación”.
Aunque esta vez no compite por la Concha de Oro, la película fue recibida con un caluroso aplauso en su primera proyección. Mientras tanto, en Argentina, después de un gran arranque que logró unas 108 mil espectadores en su primer día en cartel –y 258 copias– sigue en cartel a tres meses de estrenada y a “10 pesos la entrada”, con la que probablemente llegue al podio de las diez películas nacionales más taquilleras de la historia. De todos modos, el director ya tiene asegurado al menos un lugar en este ranking con El secreto de sus ojos que está ubicada en el quinto puesto, detrás de la más taquillera de la historia del cine argentino: Nazareno Cruz y el lobo, de Leonardo Favio –quien también tiene en el ranking a Juan Moreira–, y de El santo de la espada, de Leopoldo Torre Nilsson.