La consigna era escribir algo para el acto del 9 de Julio y Erica, con 11 años, hizo una obra de teatro. Hace unos años, ordenando papeles, encontró ese primer texto que ahora ella llama “obrita”. “Lo hice en forma de diálogo; elegí dos compañeros, era como la charla de dos negritos en la puerta de la Casita de Tucumán. Puse la escenografía y los dirigí”, rememora a PERFIL Erica Halvorsen, autora teatral, guionista y escritora en ascenso, por estos días elegida por los famosos para llevar adelante al cine, el teatro o la televisión las historias que ella crea.
“Siempre hay que mirar para atrás”, dice remontándose a ese colegio de Río Turbio, en Río Gallegos, el lugar donde vivió hasta los 18 años. Entre sus textos se destaca el best seller El hijo rojo, la novela que en 2016 se hizo película y que fue protagonizada por Benjamín Vicuña y Eugenia “la China” Suárez. Erica es algo así como una escritora on demand. “Quién no lo es”, suelta entre risas cuando se le hace la observación. Andy Kusnetzoff la convocó para debutar en el teatro con Happy Hour. Con Dalma Maradona pasó lo mismo y dirigió La hija de Dios. “Sí, es cierto, ellos me convocan a mí, es así. Lo de Dalma de todas formas es diferente, porque ella es amiga mía. ‘Tenemos que hacer un unipersonal’, le dije, y se recopó. Andy (Kusnetzoff) vio esa obra y le gustó. Tenía ganas de hacer algo en teatro, entonces me llamó”, relata.
—¿Te llama cualquiera y agarrás viaje?
—Para nada. No siento que pueda escribir cualquier cosa. Yo escucho, y si se me despierta algo, voy con todo. El hilo rojo fue así, yo necesito sentir algo en el cuerpo. Si me pasa algo confío en que la historia me elige un poco a mí también. Es un proceso muy profundo. En el caso de Andy y Dalma, son mis amigos ahora; lo mismo con Adriana Barraza (N. de la R.: la actriz mexicana famosa por sus actuaciones en Amores perros y Babel). Vas tocando fibras muy íntimas, cuando te relacionás con el otro necesitás como una entrega, una confianza. A mí me gusta eso.
Multifacética. La oficina de Palermo que alquila es espaciosa; allí reinan el color blanco y los silencios de quienes trabajan en sus computadoras. Es aquí donde ella se reúne para cranear los proyectos teatrales, de cine y de televisión. Como Amar después de amar, la tira que Telefe acaba de estrenar y de la que es autora. Erika cuenta que ya la escribió en su totalidad y que está con un nuevo proyecto para el segundo semestre. “Es un unitario para Pol-ka”, anuncia escueta. No lo dice, aunque es vox pópuli que es el que protagonizará Celeste Cid.
Pero lo que más ocupa su tiempo ahora es Desearás al marido de tu hermana, una novela y película que se escribe casi al mismo tiempo. “¡Arranqué primero la novela y ahora tuve que dejar el texto para terminar el guión! Lo que pasa es que soy guionista, no vengo de la literatura, entonces lo primero que hago es el guión, pienso en formato guión”, cuenta entusiasmada.
—¿Con “El hilo rojo” pasó algo parecido?
—Sí, pero ese guión no es el que se filmó. Hubo varias modificaciones, me compraron la idea para adaptarlo. En Desearás... estoy trabajando con los actores y los directores a la par; escribí el guión completo.
—En una nota dijiste que no quedaste tan conforme con cómo quedó la adaptación de “El hilo...”. ¿Qué fue lo que no te gustó?
—No es mi historia. Es una peli que se inspiró en un guión mío. No sé si no me gustó, no estaba apuntada a mí como público. Quizá lo que me dio pena fue que muchas lectoras que se habían identificado con Abril en el texto no lo hicieron con la Abril de la película.
—¿Te condiciona hacer el guión de “Desearás...”, el thriller erótico que protagoniza Pampita, luego de haber escrito “El hilo rojo”, donde actuó su ex Benjamín Vicuña?
—Es un poco una casualidad. Como te imaginarás, no es algo que me condicione ahora trabajar con Pampita. Los productores pensaron en ella, y ella, que tenía ganas de hacer cine, eligió esto. Estamos todos muy involucrados con Diego Kaplan, que es el director. Pampita es muy inteligente, muy profesional y está dispuesta al trabajo. Ella además es bailarina, tiene algo con el cuerpo, con la gestualidad, y una mirada muy intensa.
—¿Qué tan erótica es la película?
—Muy erótica. Es la historia de dos hermanas atravesadas por la sexualidad, es la historia del primer orgasmo hasta sus 30 años. Tiene que ver con la relación que tiene cada una de ellas con su propia sexualidad y de ellas juntas como hermanas, y con el despertar sexual. Me interesa abordar la relación que tenemos las mujeres con la sexualidad. Ahí divido a la que siente y a la que no siente, la que se anima a conectarse con el deseo y la que no, la que lo reprime.
—Es un tema que te interesa, el deseo y la sexualidad. ¿Por qué?
—Sí, es cierto. Voy al tema de la búsqueda de la libertad, me gusta indagar en el universo femenino, en el feminismo y la igualdad. Me parece que está bueno plantear a la mujer como sujeto de deseo y no como objeto de deseo, es como ir casi a la esencia de la cuestión. La mujer no le pertenece al hombre, sino que es un ser libre, aunque esté casada y tenga hijos. Es buscar la libertad.
—¿Quiénes son tus referentes en la profesión?
—Las personas, las historias reales, como te decía. (Piensa) Tato Pavlovsky, un groso; Alejandro Urdapilleta es otro que sembró preguntas sobre qué tipo de teatro quería hacer; Lola Arias, Federico León.... Después, autores que admiro mucho y con los que tuve el honor de trabajar, como Gonzalo de María, Javier Van de Couter. Con ellos compartí procesos supercreativos.
—¿Te gusta Carolina Aguirre como colega?
—La verdad, no vi mucho suyo; sí trabajé con Leo Calderone, su coautor, aprendí mucho de él. Es brillante, con un nivel de libertad absoluto. El hizo Casi ángeles, un producto que tenía unos libros tremendos. Yo colaboré ahí... A Carolina como autora no la conozco tanto.
—Hace unos meses ella fue noticia cuando publicó una columna en la que contaba el abuso que había sufrido por parte de una ex pareja. ¿Qué te pareció que haya publicado semejante historia tan personal?
—Las columnas de ella las leo, me parecen muy buenas. Obviamente repudio la violencia de género y me parece que está bueno contar lo que pasa, hay que ser muy valiente. Ella abrió un canal para que un montón de mujeres se atrevan a contarlo. Luego uno decide si lo publica o no, si lo cuenta o no en un ámbito cerrado o público.
—¿Vos harías algo parecido si te pasara? ¿Te lo planteaste alguna vez?
—Mirá, a mí me pasó algo parecido hace muchos años pero pasó tanto tiempo... Y soy otra persona ahora. Entonces sé que no me volvería pasar y lo cuento más dentro de mi intimidad, o trato de usarlo para la construcción de alguno de mis personajes. Pasó hace mucho.
—¿Sobre qué personaje te gustaría hacer alguna nueva obra o película?
—Sonia Sánchez. Es una activista sobre la prostitución acá en la Argentina. Es amiga mía. Ella me hizo pensar mucho y me inspiró una obra que se llamó Bisnietas. Manuel Gonçalves es otro. Es un nieto recuperado y hermano de Gastón Gonçalves, de Los Pericos. Sobre él tengo bastante escrito y su historia es un sueño pendiente. Florencia de la V, un gran personaje; ella u otra mujer trans. Que una persona pueda transformar tanto su realidad y estar tan conectada con su deseo, tener derecho a la identidad, al nombre, al cambio de DNI, es una peripecia redonda y un ejemplo de alguien que puede transformar su realidad. Ellos tienen historias que me motivan mucho.