Aunque siempre se opuso a la Ley de Medios, Daniel Vila fue de los empresarios de medios que cuando ésta se promulgó, presentó el plan de adecuación que le solicitó el Afsca (Autoridad federal de Servicios de Comunicación Audiovisual). Y ante la ratificacióin que de la ley hizo la Corte esta semana, habló con PERFIL.
—¿Lo sorprendió que la Corte Suprema haya ratificado la constitucionalidad de la Ley de Medios esta semana?
—Algun rumor existía sobre que esto iba a suceder después de las elecciones.
—¿Ustedes mantienen la adecuación que habían presentado o harán alguna modifición?
—Legalmente no se puede.Lo que si podés es hacer observaciones sobre las que en el momento de la presentación nos hizo el Afsca.
—¿Fueron muchas?
—Mirá, exactamente cuáles eran no las recuerdo; sí hicieron algunas pero hasta acá ninguna que represente un cambio grueso a lo que presentamos. Fueron observaciones que hemos ido contestando pero que no te puedo precisar cuales.
—¿Y con respecto a las manifestaciones de algunos politícos con respecto a la actitud de la Corte y de que hubo un pacto entre Ricardo Lorenzetti y el Gobierno como apuntó Elisa Carrió?
—Eso es una barbaridad producto de una persona que nos tiene acostumbrados a ese tipo de acusaciones. El resto de los políticos que han hablado contra la ley ya lo habían hecho antes. Para mí igualmente la ley es mala, no tiene sustento ni base para hacerle modificaciones. Cuando algo tiene una materia prima mala es inviable hacerle modificaciones para convertirla en algo bueno. Creo que en algún momento habrá que rediscutirla en el Congreso y elaborar otra cosa.
—¿Sin meternos en tecnicismos que modificaciones haría?
—Fundamentalmente lo que primero veo es que no contempla el tema tecnológico. Por ejemplo, la gente se comunica con el celular pero también lo utiliza para ver internet, ver televisión...Hay una íntima relacion con la tecnología y la ley no contempla esto, es más, lo prohíbe. Segundo, coloca a los dueños de medios en una situación de imposibilidad de inversión, de desarrollo cuando, por ejemplo, te limita la posibilidad contar con inversores extranjeros. Por eso digo que es una ley antigua, hecha para un país que se cierra no para uno que se abre.Después de la globalización, nos guste o no, tenemos que tener una mirada abierta, no se puede estar aislado y la ley tiende a cerrar. Otro aspecto es que tiende a una atomización tan grande de medios que intrinsicamente son inviables. Esta proliferiación de pequeños medios, lo que hará es que éstos recurran al Estado para poder hacerlos economicamente viables y me parece que en este negocio lo importante es que haya medios independientes y no que estén permanentemente subsidiados.
—¿Cuánto más cree que se profundizará el conflicto Gobierno-Clarín?
—Ya se ha llegado a un punto de posiciones tan antagónicas entre ambos que esto hizo que en definitiva los medios hayamos perdido credibilidad, que es el activo más importante tenemos, un activo que Clarín ha ido degenerando. El gran responsable de esta pelea, de esta derrota y de este cambio en la industria es Héctor Magnetto. Es tan grande Clarín y durante tantos años ha tenido una posición dominante en el mercado que Magnetto, líder de esta industria, nos ha conducido a esta situación de conflicto, de enfrentamientos fruto de su enorme ambición, que en definitiva le ha hecho mal a la industria.
—¿Y los empresarios qué le dicen respecto a 2014 ante este nuevo panorama?
—Obviamente hay una gran incertidumbre, nadie sabe cómo va seguirá esto. Yo me opuse a la Ley de Medios en 2009, peleé hasta que pude. Cuando se sancionó y promulgó, hicimos una elaboracion del plan de adecuación y en definitiva aún no sabemos qué hacer porque no tenemos el marco legal definitivo. Y esto te genera una situación de estancamiento en una industria donde la tecnología avanza minuto a minuto.
—¿Sentís que hay peligro de libertad de expresión como plantean algunos?
—Creo que el periodismo en la Argentina ha sufrido un deterioro enorme y no decimos la verdad. Sinceramente hoy no siento que alguien me coarte mi libertad de expresión. Sí que hay una enorme agresión que hace que uno se ciude, porque no querés que te puteen. Es más por el enojo que tenemos concentrado en el cuerpo que uno no se mete en algunas cosas que porque el gobierno esté restringiendo la libertad de expresarnos. Y de esta situación la responsabilidad la tiene kirchnerismo