El nuevo de Gran Bretaña, Carlos III, y la reina Camilla podrán disfrutar de un cómodo viaje rumbo a su coronación el próximo 6 de mayo en un carruaje de última generación, con aire acondicionado y ventanillas eléctricas.
De esta forma no deberán soportar un viaje "horrible" de regreso en el "Gold State Coach"(Carruaje Dorado) que durante casi tres siglos de antigüedad utilizaron los monarcas británicos para su coronación.
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La coronación de Carlos y Camilla tendrá dos procesiones de carruajes y militares: la ‘Procesión del Rey’ será el viaje de los monarcas desde el palacio de Buckingham hasta la Abadía de Westminster a bordo del "Diamond Jubilee State Coach" (Carruaje Estatal del Jubileo de Diamante).
El segundo viaje, la ‘Procesión de la Coronación’, cubrirá la ruta inversa de la abadía al palacio, aunque incluirá la icónica Trafalgar Square de Londres, a bordo del Carruaje Dorado.
La Procesión del Rey: el moderno "Diamond Jubilee State Coach"
Construido en Australia, la incorporación más reciente a la colección de carruajes reales pesa tres toneladas y cuenta con séxtuple suspensión hidráulica, sistema de calefacción, iluminación, elevalunas eléctricos y aire acondicionado.
El "Diamond Jubilee State Coach" (Carruaje de Estado del Aniversario de Diamante), equipado con todo tipo de comodidades: seis estabilizadores hidráulicos que evitan que su cuerpo de aluminio se balancee, ventanillas eléctricas, calefacción y aire acondicionado.
El carruaje, creado en 2014 para la celebración de los 60 años del reinado de Isabel II, está pintado de negro y lleva el escudo de la familia real sobre la puerta.
Responsable de la supervisión, administración y el mantenimiento de las carrozas es el "Royal Collection Trust", la fundación real que se ocupa de la colección privada de arte, incluidas pinturas, fotografías, tapices, muebles, armaduras, libros y hasta plantas.
Según esta, el carruaje, hecho en Australia, mide 5 metros de largo y pesa 3 toneladas. Cuenta con una cámara en la corona dorada que está sobre el techo, de modo que el viaje de la pareja real se puede documentar con exactitud.
Su interior es esplendoroso: los pasamanos de los asientos son del viejo Yate Real Britannia y también contiene fragmentos del buque de guerra Mary Rose de Enrique VIII, el manzano de Sir Isaac Newton y las bases antárticas del Capitán Scott y Sir Ernest Shackleton en su carrocería.
Madera de residencias reales como el Palacio de Buckingham, el Palacio de Kensington y el Castillo de Windsor, así como de la Torre de Londres, de Althorp House -la casa ancestral de la familia de Diana Spencer- y de la casa del primer ministro en Downing Street también forman parte del carruaje.
Durante la King's Procession rumbo a la abadía de Westminster, 200 miembros de la Escolta del Soberano a caballo que escoltarán a los monarcas.
La Procesión de la Coronación: un viaje de vuelta menos confortable
El carruaje estatal no es tan imponente como la carroza real dorada ("Gold State Coach"), del siglo XVIII, en con el cual la fallecida reina Isabel II se dirigió hace 70 años desde el palacio hacia la abadía de Westminster para ser coronada.
La reina usó incluso una bolsa de agua caliente porque era un día típicamente veraniego en Gran Bretaña: llovía y hacía frío. Seis décadas después, la monarca confesó en una entrevista que viajar en el carruaje dorado era "horrible", probablemente debido a que el vehículo estaba suspendido con correas de cuero y no tenía resortes.
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El carruaje, que no tiene ventanillas con lunetas eléctricas, ni calefacción o amortiguación, fue terminado en 1762, tiene siete metros de largo y pesa 4 toneladas, una más que la carroza diamantina, y necesita que tiren de ella ocho caballos en lugar de seis.
El hermoso carruaje está hecho de madera, con una capa de pan de oro pintada en la parte superior. Cuenta con paneles pintados de dioses y diosas romanas, mientras que tres querubines en el techo simbolizan Inglaterra, Escocia e Irlanda.
El interior del Gold State Coach es igual de impresionante, con los asientos tapizados y forrados con el terciopelo y el satén más finos, dignos de un rey y una reina.
Fue el rey Guillermo IV, quien lo utilizó por primera vez en su procesión de coronación en 1831. Comparó el viaje con "estar a bordo de un barco que se agita en un mar embravecido", algo que poco tiene que ver con un cuento de hadas.
La reina Victoria, coronada en 1838, se quejó de la "angustiosa oscilación" del carruaje dorado y dejó de usarlo por completo tras la muerte de su esposo, Alberto. Y aunque fue detestado por las sucesivas generaciones, los siguientes reyes utilizaron el insoportable carruaje en sus coronaciones.
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Rompiendo la tradición, Carlos III no irá a su coronación en el carruaje dorado, accediendo solo a utilizarlo al salir, investido con la corona, el cetro y el orbe reales. La casa real británica no quiso explicar por qué el rey decidió hacer este cambio, pero supone que el mayor confort fue el motivo.
Martin Oates, restaurador de carruajes de las caballerizas reales, caminará detrás del carruaje en la procesión de coronación y actuará como el "hombre de frenos" tirando de la barra en T manual en la parte posterior para asegurarlo en su lugar cuando se detenga.
"Cuando lo estás siguiendo, puedes escucharlo crujir, por lo que suena como un viejo galeón avanzando", dijo Oates que, por el contrario, definió el Carruaje Estatal como "un vehículo mucho más moderno, muy parecido a un automóvil".
El desfile militar más grande en siete décadas
El desfile militar de regreso al palacio será "el doble del tamaño" del funeral de la reina Isabel II, tan grande que llenará la emblemática avenida The Mall y, cuando el rey llegue al palacio, el funeral de la procesión todavía estará a 2 kms de distancia.
La procesión incluirá las Fuerzas Armadas de todo el Commonwealth y los Territorios Británicos de Ultramar, y todos los Servicios de las Fuerzas Armadas del Reino Unido, junto con el Guardaespaldas del Soberano y los Watermen Reales.
El sargento mayor Vern Stokes anticipó que todos los militares que participarán en el desfile "serán conscientes" de cualquier posible interrupción o amenaza a la seguridad. "Todos saben exactamente cómo se les permite reaccionar legalmente ante cualquiera de esos", dijo.
El comandante de brigada de la Household Division, el teniente coronel James Shaw, encabezará la procesión a caballo unos 1.500 metros frente al carruaje estatal que lleve al rey y la reina de regreso al palacio. Anticipó que el desfile duplicará el tamaño de la procesión fúnebre de Isabel II.
"No me gusta comparar nada con el funeral porque una persona o un millón de personas no habrían marcado la diferencia en lo especial que fue", dijo. "Pero es el doble del tamaño del funeral y es aproximadamente el triple del tamaño del desfile del Jubileo".
El sargento mayor Stokes reveló que el funeral de la reina, en septiembre pasado, sirvió como "ensayo" para esta coronación: "Pudimos aprender lecciones de lo que hicimos e insertar más tiempo si es necesario o realizar más ensayos".
Hablando sobre la planificación del desfile, Stoker dijo que fue "muy divertido". "En los primeros meses, o las primeras semanas, los dos nos sentamos con una pizarra con algunos otros y estábamos esbozando ideas, tomando fragmentos de desfiles históricos poniendo juntos y pensar, con suerte, en lo que será un evento increíble".
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"No teníamos un plan establecido a seguir. Para la operación London Bridge -es decir, el funeral de la reina- había un plan escrito". Para la coronación de Carlos III no existía "un plan escrito, pero tenemos un precedente histórico que podemos extraer de desfiles anteriores", dijo.
Según los planes, más de 6.000 miembros de las fuerzas armadas británicas participarán del desfile, lo que representa la operación ceremonial militar más grande en 70 años. Unos 4.000 marineros, soldados, aviadores y otro personal militar de todo el Reino Unido y la Commonwealth escoltarán a los reyes en su regreso al palacio. Más de 1.000 miembros del ejército, la fuerza aérea y la armada bordearán la ruta de la procesión.
ds