“Le dio una mano cuando nadie lo hizo” es la frase que acuñó Dalma y que explica todo. Y la razón por la cual Diego Maradona sintió mucho la pérdida del comandante Fidel Castro. Por eso, el director técnico viajó desde Croacia hacia Cuba para participar de la ceremonia de inhumación del ex presidente que tendrá lugar hoy en el cementerio de Santa Ifigenia de Santiago de Cuba. Lo hizo junto a su novia Rocío Oliva con quien estaba en Zagreb, donde se encontraban alentando al equipo argentino en la Copa Davis cuando se enteraron de la noticia. E inmediatamente viajaron a Cuba.
“Vine a decirle ‘¡Hasta siempre comandante!’. Fidel es el más grande. El era uno que se adelantaba a la jugada, un poco (Javier) Sotomayor al saltar, un poco Maradona al anticipar al defensor. Pero sin ninguna duda se fue el más grande. Vengo a estar con mi segundo papá”, dijo Maradona en declaraciones para la televisión estatal cubana el viernes apenas llegó. Y muy sentido, sumó: “En un momento gris de mi vida, Fidel me abrió las puertas de Cuba. El era quien me aconsejaba sobre lo que podía hacer. Yo me siento cubano. Me han dado amor en mi enfermedad. Me levanto todas las mañanas y puedo hablar o dar esta entrevista y se lo debo a Fidel”. Hay que recordar que el jugador estuvo dos veces en Cuba para someterse a un tratamiento de desintoxicación por su adicción a las drogas: la primera en 2000 en La Pradera, y la segunda cinco años después.
Y con otra metáfora futbolística, calificó a Fidel como el máximo guía a nivel global: “Pueden haber existido muchos jugadores, pero él era el líder del equipo mundial de los políticos. Nos deja un legado tan claro y tan hermoso que no podemos traicionarlo. El que hoy cree que Cuba se debilita porque se fue el más grande se equivoca. Que los cubanos reaccionen por el legado que les dejó el comandante. Hay que tomarlo como eso: como que la leyenda sigue dentro nuestro, sigue dentro del corazón que late por Fidel”.
Acto seguido deslizó una crítica a Mauricio Macri. “En nombre de todos los argentinos que queremos a Fidel y al Che les pido perdón porque tenemos un presidente que no sabe absolutamente nada. Si el pueblo sale a las calles no sé si el millonario Macri corta el pan dulce... Soy un soldado cubano, estoy para lo que necesite Cuba, antes que ser un soldado macrista, nunca lo seré. Daría todo mi cuerpo por esta bandera”, resaltó quien al cierre de este diario ya estaba de traje preparado para la ceremonia de inhumación del ex mandatario en Santiago de Cuba, cuna de la Revolución y última morada del Comandante luego de que sus cenizas recorrieran kilómetros por los pueblos del interior de su país para que sus fieles pudieran despedirse.