“Hace todo para los medios”, es la frase que se escucha desde hace años de boca de muchos. Es cierto, Matías Alé es un bicho mediático, sabe cómo moverse en las arenas del rating y es funcional a cierta prensa. Sin embargo, esta vez está lejos de estar jugando: sigue internado en la clínica psiquiátrica Avril con un diagnóstico de brote psicótico y místico luego del confuso episodio que protagonizó en la madrugada del martes en su departamento de Las Cañitas. Al cierre de esta edición no se sabe cuándo será dado de alta. Mientras tanto, fuera de la clínica se dirime una interna familiar.
“La noche que pasó todo había ido un neurólogo a la casa de Mati para que se interne, pero él no quiso”, relató María del Mar Cuello Molar, la esposa de Alé, ayer en el programa Ciudad Goti k. “Cuando se va el médico y su amigo Luciano baja a comprar comida, él dice: ‘Ya estamos los tres solos –él, ella y su madre Nancy– y nadie va a entrar’. El gritaba y ponía música para que los vecinos no escucharan. Ultimamente era común que rezara a los gritos; decía que en su cabeza estaba luchando con el mal. Entonces para luchar, rezaba. Andaba con una cruz que era de su padre. (…) El notaba una presencia maligna en el departamento. Desde hacía meses veía cosas malas y luchaba contra la oscuridad. En su delirio no quería ver a la madre, piensa que le hizo un trabajo”.
Elena, madre de Alé, respondió: “Desconozco a mi propio hijo. Hace un mes que no lo veo y no fui a su casamiento por cuestiones personales. Estoy feliz de que Matías esté atendido por profesionales, porque está pasando por un momento delicado. Nunca consumió nada pero en este último tiempo hubo alguien que le acercó cosas. Hay otras personas que están en su vida y deciden por él. Es muy triste todo esto, había notado cambios en su conducta… éste no era Matías, él no es así, es un sol, es un chico que no se pelea con nadie”.
Brote místico. Llamaron la atención sus mensajes de amor, de tolerancia hacia el prójimo y la necesidad de tener cerca a su esposa todo el tiempo en su última aparición en Animales sueltos que se grabó el jueves 29 de octubre pero se emitió el lunes pasado. Consultado por PERFIL, Alejandro Fantino aseguró sentirse sorprendido: “Lo de Matías se grabó sin cortes. No noté nada raro. Llegó y vino a saludar al camarín a mí y a Coco. Fue muy amable. Y en el aire noté lo que todos, un discurso muy espiritual. Por momentos pensé que me seguía las jodas y yo le redoblaba la apuesta”.
Por su parte, Pablo Salum, impulsor de la ley antisectas, opinó sobre el caso para PERFIL. “Desde mi experiencia, hay muchos indicios que dan a entender que Alé es víctima de una organización coercitiva. Ya desde el día que se casó distinguí ciertas muletillas propias del discurso doctrinal de estos grupos, como ‘Nosotros somos un batallón’. Su discurso es coherente y siempre sigue el mismo razonamiento. En este caso, Dios. Y estos grupos se camuflan en las religiones. Alé se había distanciado de su círculo, que es lo que hacen estas mal llamadas sectas. El fin va desde sacarte dinero hasta el suicidio. Además, estos grupos coercitivos suelen generar estos cuadros psicóticos y místicos”.