El científico francés Luc Montagnier, premio Nobel de Medicina por su descubrimiento conjunto del virus del VIH que causa el sida, murió a los 89 años en el Hospital Americano en Neuilly-sur-Seine, donde estaba hospitalizado.
El virólogo francés, galardonado con el Nobel en 2008 tras haber conseguido aislar por primera vez el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), había nacido en Chabris, en el centro de Francia, el 18 de agosto de 1932.
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En 1967 fue nombrado jefe de Investigación del Centro Nacional de Investigaciones Científicas (CNRS) y cinco años más tarde de la Unidad Oncológica Viral del Instituto Pasteur de París, según reseñó Deutsche Welle.
Entre 1980 y 1984, Montagnier y su equipo del Pasteur aislaron numerosos retrovirus humanos de pacientes con infecciones sexuales, hemofílicos, madres que lo habían transmitido a sus hijos y personas infectadas en transfusiones.
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En 1983 consiguieron aislar un virus al que inicialmente llamaron VAL (virus asociado a linfoadenopatía), y que después se identificó como virus causante del sida y se denominó VIH (virus de inmunodeficiencia humana).
Montagnier presentó además una prueba de sangre capaz de detectar los anticuerpos de dicho virus y, en colaboración con los doctores Jean-Claude Chermann y Francoise Barré-Sinoussi, publicó una obra en la que describían el virus.
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En 1984, sin embargo, el norteamericano Robert Gallo reclamó para su equipo la autoría del descubrimiento del VIH, lo que dio lugar a una controversia que se prolongó varios años y que se zanjó con el reconocimiento de ambos como padres de dicho hallazgo.
Los últimos años de vida de Montagnier
Desde hace más de diez años, según recordó este jueves el diario francés Le Monde, Montagnier había perdido parte de su prestigio con polémicas declaraciones alejadas de la ortodoxia científica. Sostuvo, por ejemplo, que los africanos tendrían menos problemas con el sida si tuvieran una alimentación más equilibrada, o propuso curar al papa Juan Pablo II, enfermo de párkinson, con papaya fermentada.
Además, defendió a la “pista microbiana” como la posible explicación del autismo y la tesis del investigador francés Jacques Benveniste, quien afirmaba que el agua conserva rastros de las sustancias que ya no se encuentran en ella, hipótesis que fue unánimemente rechazada por la comunidad científica.
“Siempre he buscado lo insólito. Me cuesta trabajar con una corriente ya establecida”, manifestó en 2014 en un documental difundido por la cadena televisiva France 5, en respuesta a las críticas que recaían en su contra por parte de la comunidad.
Por esto mismo, se autodefinía como un “marginal”, a pesar del gran reconocimiento internacional que obtuvo por sus grandes hallazgos que sirvieron de puntapié inicial para grandes avances científicos.
En noviembre de 2017 su posicionamiento público en contra de la vacunación obligatoria de los niños suscitó una denuncia pública de 106 académicos de medicina, y en 2020, en plena pandemia, afirmó que el virus causante de la covid-19 era una fabricación humana, además de que responsabilizó a las vacunas como las causantes de la aparición de las nuevas variantes.
Montagnier, según indicó el Instituto Pasteur en su biografía, participó en la creación de varias compañías de biotecnología en Estados Unidos y Francia, y es autor o coautor de 350 publicaciones científicas y de más de 750 patentes.
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