Llega un momento en que el fútbol pasa a ser algo más que una pasión. El compromiso con la institución se manifiesta como un bichito de esos que pican y es imposible no darse por aludido. Así como en su momento Marcelo Tinelli decidió que quería ser vicepresidente de San Lorenzo, Mario Pergolini quiere ahora tener un lugar dirigencial en Boca.
Fue él mismo quien lo sugirió en su programa de Vorterix esta semana, donde dio a entender que no se trataba de una de sus habituales bromas. “Veo una fórmula (Jorge) Ameal-Pergolini para las próximas elecciones”, dijo. Fanático del club de la Ribera y socio hace muchos años, hizo referencia al empresario Jorge Ameal, quien ya estuvo a cargo de la presidencia del club entre 2008 y 2011. Lejos parecen aquellas declaraciones de 2012 a PERFIL, cuando, ante la pregunta de si se veía como presidente de Boca, el conductor respondió: “¿Y qué hago? No sabría que hacer”.
Dilema. Si bien el deseo del conductor sigue intacto, en las últimas horas se supo que habría sido su mujer, la psicoanalista Dolores Galán, quien no está muy convencida que él acceda al cargo. “Ella no quiere que Mario entre en relación con los barras de Boca”, se le escuchó decir a Ameal esta semana.
Lo cierto es que las declaraciones de Pergolini llegaron a oídos de Tinelli, quien, siguiendo el juego eterno de amigo-enemigo, escribió en su Twitter, en relación a laposible candidatura para Boca: “Me encanta”. Tanto Pergolini como Tinelli –se sabe– son fanáticos de la redonda. La última vez que ambos hablaron en público fue en Vorterix. Fue Pergolini quien lanzó una chicana típicamente futbolera. “¿Cómo lo vas a hacer hincha de San Lorenzo? Hacelo de Boca para que gane algo”, le dijo en refernecia al quinto hijo de Tinelli que venía en camino. “Imposible que un Lorenzo sea hincha de Boca, desde la ecografía es hincha de San Lorenzo”, respondió Marcelo.
Más allá de que Pergolini llegue o no a la vicepresidencia del club, es indudable que en los últimos años, los cargos dirigenciales en los clubes, están siendoocupados por empresarios de medios, como así también por cierto nuevo perfil de hombres realizados en sus respectivas ocupaciones, y quienes no pertenecen netamente al ámbito del fútbol.
“Me parece bueno que un tipo exitoso en el ámbito privado como lo es Mario (Pergolini), vuelque su talento y experiencia en el club que quiere”, opinó a PERFIL Matías Lammens, presidente de San Lorenzo. El caso de Jorge Brito (hijo) encaja perfecto como ejemplo: joven, adinerado y abocado a la actividad bancaria familiar, asumió el año pasado como vicepresidente de River. “Es importante para el fútbol que de a poco empiece a haber una lógica profesional y hasta un nuevo management para dirigir un club. En varios países de Europa y en ligas muy nuevas también está dando resultado porque se aplica el know-how empresarial a lo que es principal para cualquier dirigente: el futbol y la vida social de cada club. En River, anteriormente nos decían que por desconocimiento no íbamos a poder hacer las cosas. Hoy en día estamos saltando muchas barreras que antes no se saltaban por temor o por no saber cómo hacerlo”, explicó Brito a PERFIL.
Un caso reciente que llamó la atención fue el del abogado Mariano Cuneo Libarona, quien aspira a ser presidente de Racing. “Mi candidatura surge por la preocupación de muchos amigos socios del club. Preocupación por la improvisación y precariedad. Por eso nosotros tenemos un modelo de club serio y actualizado, con gente lista para hacerse cargo”, dice a PERFIL Libarona, fanático confeso del club de Avellaneda. “Racing atraviesa mi vida y la de mis hijos. Por eso elegí este desafío. Creo que a Mario (Pergolini) le puede estar pasando algo similar con Boca, y me parece que su potencial candidatura le aportaría aire fresco al fútbol. Es sano que gente exitosa quiera meterse. Así lo marca el ejemplo de Tinelli. Administrar un club no es ningún cuco y se pueden hacer las cosas bien si hay trabajo y voluntad”, agregó el abogado.
Hinchas-dirigentes
“Llega un momento en la vida de estos hombres en los que se le manifiesta el deseo de ocupar espacios que antes no ocupaban. En este camino surge los desafíos y el interés de querer cumplir las expectativas”, explica el psicólogo Harry Campos, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina. Para el especialistas llega un momento en que tanto Tinelli como Pergolini sienten que el espacio que ocupan no le genera desafíos. “Ahí empiezan a buscar otros tipo de áreas de competencia y que muchas veces tiene que ver con el poder. Algunos los buscan en la política, otros en nuevas empresas, y otros en el fútbol. El agregado aquí es que esta expansión se da en el terreno de un deporte muy popular. Y eso lo hace más natural. En todo hincha hay un técnico y un dirgiente en potencia. Y ellos no son la excepción. Hay que ver si, más alla del deseo propio , hay en ellos alguna habilidad para esta nueva tarea que aspiran”, finaliza Campos.