Una adolescente llevada a la fuerza a un reino desconocido para casarse, un rey loco dominado por cambios de conducta abruptos y violentos, una enorme y desvergonzada familia… Así se presenta a la reina Charlotte, el personaje principal de la temporada 3 de la saga "Bridgerton" que estrenó Netflix: Queen Charlotte - A Bridgerton Story.
Lady Whistledown, la escritora del panfleto de chismes de la sociedad (con la voz de Julie Andrews), presenta el primer episodio con: "Querido lector amable, esta es la historia de la reina Charlotte de Bridgerton. No es una lección de historia. Es ficción inspirada en hechos. Todas las libertades tomadas por el autor son intencionales. Disfrútenla".
La serie, que alterna momentos entre 1761 y 1813, cuenta la historia de la princesa Charlotte (India Amarteifio), una joven morena que se casó con el rey Jorge III (interpretado por Corey Mylchreest), después de que su compromiso fuera organizado por la manipuladora madre del monarca, la princesa Augusta (Michelle Fairley).
Charlotte tenía solo 17 años, había llegado a Londres después de un turbulento viaje en un barco sacudido por una tormenta y se casó con el rey horas después de conocerlo para quedar sola en su luna de miel.
Pero la reina Charlotte de Inglaterra existió y, aunque no era morena como la muestra la serie, se dice que algunos de sus contemporáneos notaron en ella algunos rasgos africanos.
¿Era negra la verdadera reina Charlotte?
Carlota de Mecklemburgo-Strelitz nació en 1744 en la familia real de un importante principado de Alemania proveedor de numerosas princesas consortes y reinas a las cortes europeas. Carlota podría haber sido mestiza, según el historiador Mario de Valdes y Cocom, experto en la historia de la diáspora africana, quien aseguró que la reina era descendiente de Madragana Ben Aloandro, amante africana del rey portugués Alfonso III, en el siglo XIII.
"Alfonso III de Portugal conquistó a los moros una pequeña ciudad llamada Faro. Exigió a la hija del gobernador como amante. Tuvo tres hijos con ella", señaló. Charlotte de Mecklemburgo-Strelitz descendía directamente de Margarita de Castro y Sousa, de la supuesta "rama negra" de la casa real portuguesa, argumentó el historiador.
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Valdés afirmó que Madragana era mora y, por lo tanto, de raza africana negra. Refiriéndose al retrato de la reina Charlotte realizado por Sir Allan Ramsay, escribió que tenía "características negroides" a pesar de que "se esperaba que los artistas de ese período minimizaran, suavizaran o incluso borraran los rasgos ‘indeseables’ del rostro de un sujeto".
"Pero Sir Allan Ramsay fue el artista responsable de la mayoría de las pinturas de la reina, y sus representaciones de ella fueron las más decididamente africanas de todos sus retratos", dijo Valdés, quien sugiere que el artista era un activista contra la esclavitud que pudo haber enfatizado las verdaderas "características africanas" de Charlotte por razones políticas.
La princesa llegó a Londres para convertirse en la futura reina con solo 17 años y no hablaba inglés. Su viaje por mar desde su ducado nativo alemán había sido tan tempestuoso, y la princesa tan enferma, que su vestido de novia, muy tachonado de diamantes, ya no le quedaba, su capa de terciopelo púrpura incluso se le caía de los hombros, de modo que los espectadores "conocieron gran parte de su mitad superior como el propio rey", señaló Horace Walpole con ironía.
Charlotte y Jorge III se casaron apenas seis horas después de conocerse, el 8 de septiembre de 1761 en una ceremonia en la Capilla Real del Palacio de St. James. Pero a pesar de que la boda fue arreglada, el matrimonio resultó notablemente feliz durante al menos 25 años, según los biógrafos reales. Él, se dice, fue el primer rey inglés que no tuvo amantes.
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Charlotte tuvo 15 hijos, 14 de los cuales nacieron en Buckingham House, la enorme mansión del centro de Londres que Jorge III regaló a su esposa y que hoy es el famoso palacio de Buckingham. Sufrieron mucho por las muertes de sus hijos Octavius y Alfred, que murieron a los cuatro y dos años respectivamente, y de la princesa Amelia, fallecida a los 21 años.
La descripción de Bridgerton de la reina Charlotte como una apasionada por los chismes de la corte y muy involucrada en los entretelones de la "temporada de emparejamiento" es, de hecho, muy correcta. Disfrutaba de escuchar y difundir los secretos de la nobleza.
Jorge III estableció el primer baile de debutantes en 1780 en honor al cumpleaños de su esposa, con el llamado Queen Charlotte’s Ball que se celebró en Buckingham cada año hasta que la reina Isabel II lo canceló en los años ‘50.
La vida privada de la familia real era bastante dramática, pues el apodado "rey loco" (también conocido como el "rey granjero" por su pasión por la agricultura) sufrió de bipolaridad y porfiria, un trastorno genético de la sangre que puede causar confusión, alucinaciones y paranoia, amargando las vidas de sus hijos.
Los primeros años de matrimonio fueron de una gran felicidad, pero el primer "ataque de enfermedad mental" se mantuvo oculto de la reina en 1788, cuando Jorge III experimentó un episodio maníaco de meses que lo dejó incapaz de cumplir con sus deberes reales. Y aunque Netflix muestra a Charlotte como majestuosa, fría e imperturbable, la verdadera reina sufrió mucho.
Después de que la enfermedad del rey le impidiera gobernar en sus últimos años (cuando el príncipe de Gales asumió como regente), Charlotte pasó mucho tiempo cuidando de él en el Palacio de Kew, donde el rey fue sometido a innumerables sanguijuelas, tratamientos crueles y baños medicinales. Con gran paciencia, Charlotte fue leal a su marido y actuó como su tutora y guardiana de sus intereses hasta su propia muerte en 1818, dos años antes que él.
ds