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Una nueva version del clasico de Andrew Lloyd Webber

Tiene 19, es argentina y hará "Evita" en Broadway

Maia Reficco es la protagonista de la serie Kally’s Mashup en Nickelodeon. Para su debut teatral se mudó a Nueva York con su madre, quien es su coach vocal y que trabajó con cantantes como Chayanne y Abel Pintos.

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Tour. Maia en Nueva York y con Solea Pfeiffer, quien hace de Evita adulta. La directora de esta versión hizo su tesis universitaria sobre Eva Perón. | gza. M. R.

“Voy a hablar bastante agudo. No hablo tan agudo en realidad pero es para cuidarme la voz porque mañana tengo ensayo con la orquesta y no me puedo quedar sin voz”. Así empieza la charla con Maia Reficco, quien a partir del miércoles será Eva Duarte de Perón en el icónico musical Evita. La obra se presentará en el New York City Center y esta joven de 19 años, quien nació en Boston pero a los 7 se mudó a Buenos Aires junto a su familia y tiene doble nacionalidad, hará la versión joven de mítica figura femenina del peronismo.

“Se busca humanizar a Eva y no solo verla como un ícono político porque ella está muy idolatrada e idealizada, y a veces nos olvidamos de que era una persona que tuvo que superar traumas y obstáculos para hacer todo lo que hizo”, explica Maia a PERFIL desde Nueva York mientras realiza los últimos ensayos antes del estreno.

—¿Cómo describirías todo lo que te está pasando?

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—Es una experiencia en la cual estoy aprendiendo mucho desde el primer momento tanto en lo personal como en lo laboral. Venir a vivir a esta ciudad con un foco y una meta tan clara es muy placentero, y mucho me genera felicidad compartir constantemente con personas de las que estoy aprendiendo.

—¿Y en cuanto al papel?

—Para mí hay algo muy movilizante en hacer esto porque yo nací en Estados Unidos y el venir a trabajar por primera vez interpretando a una argentina es muy lindo. Además no es a cualquier argentina, sino a Eva Duarte, que realmente es un ícono. Más allá de una inclinación política que las personas puedan tener, es innegable que lo que hizo por la mujer y la clase trabajadora fue muy significativo. Sobre todo el insertar a las mujeres en el mundo político. Hay muy pocos íconos políticos que han logrado dejar algo así y trascender hasta estos días así que es movilizante y también una responsabilidad muy grande.

—¿Cómo fue el proceso para llegar a ser Evita?

—Fue un poco raro porque me contactaron a través de un email y pensé que era spam así que no lo respondí (risas). La verdad es que nunca en la vida imaginé que era algo en serio. Me llegan muchos mails todos los días y no soy de mirarlos mucho. Lo chequeo cada tanto por cuestiones de trabajo pero ese en especial no pensé que fuera en serio. Como no respondí me mandaron otro y llegó un punto en que dije: “Bueno, esto puede ser en serio”. Así que nos pusimos a investigar con mi mamá y resultó que era de verdad. Respondí enseguida pidiéndoles perdón y mandando una audición más que nada para futuros proyectos porque pensaba que ya era muy tarde para este. Y me respondieron al otro día diciendo que le habían mostrado la audición a la directora, que le había gustado y que tenía otra audición con ella. Así fue como se dio. Tuve que esperar una aprobación final y cuando estuvo me mandaron la oferta oficial.

—¿Qué hiciste para componer el personaje?

—Un poco de todo. Obviamente conocía quién fue Eva y qué significó su vida política en Argentina. Lo que nunca había hecho era indagar en su vida personal. Eso fue algo en lo que me hizo pensar mucho la directora porque ella quiere transmitir que Eva era una persona y no solo un ícono político. Y eso es lo que me pasaba un poco a mí porque sabía de Evita pero no de Eva y cuál era su historia. Ese fue el punto de partida para buscar al personaje. A partir de ahí leí muchísimo: desde La razón de mi vida, el libro que escribió ella, hasta libros de personas opositoras. También les pregunté a familiares que la querían y a otros que no tanto, con el objetivo de tener puntos de vista diferentes. Otra cosa interesante es que la directora, Sammi Cannold, vino al país y fuimos juntas al museo de Evita y a su despacho en lo que hoy es el CCK.

—¿La directora sabe mucho de su historia?

—Muchísimo. De hecho, en la facultad hizo su tesis sobre Evita y la tiene muy estudiada. Viajó ya tres veces a la Argentina para investigar su vida y conoció a quien fue la enfermera de Eva antes de morir. Tiene una entrevista de dos horas en la que habla con esta mujer, quien dijo la famosa frase: “Eva pasó a la inmortalidad a las 20.25 de la noche”. Y esa es la frase con la que empieza la obra.

—¿Y qué buscó con esta versión?

—Algo que hizo ella fue desdoblar al personaje de Eva porque quería darle más profundidad a la mujer y no al hombre, que es el narrador de la historia y que viene a ser el Che. Que sea el Che es un poco figurativo porque no tiene tanto peso por quién fue, sino más como el narrador de la historia en la obra. Y querían darle más peso a la vida de Eva y a la palabra de la mujer.

—¿Esto te abre la posibilidad de seguir trabajando en Broadway?

—Tengo proyectos a futuro y estoy muy entusiasmada por lo que viene pero se orienta mayormente a la música. Me encantaría seguir actuando en Broadway, televisión o cine. La verdad es que estando acá están empezando a surgir oportunidades nuevas para continuar. No lo descarto pero a la vez mi música es un proceso que viene hace mucho y no la quiero dejar estar y que se trabe.