Tal como se había anunciado en agosto último, la familia real holandesa realizó ayer un funeral para ochocientos invitados especiales y amigos del príncipe Johan Friso Bernhard Christiaan David. Y si bien el ingreso a la ceremonia estuvo restringido a este grupo, quienes quisieron acompañar el adiós al hermano menor del rey pudieron hacerlo ubicándose en las puertas de la Antigua Iglesia de Delft, una ciudad equidistante de La Haya y de Rotterdam.
El príncipe Friso sufrió un accidente el 17 de febrero de 2012 mientras esquiaba en los Alpes austríacos y como resultado permaneció en coma hasta el 12 de agosto de este año cuando la corona holandesa comunicó oficialmente su fallecimiento. Cuatro días después, sólo sus integrantes y contados invitados de nobleza europea participaron de su velorio y entierro realizado en el cementerio de una pequeña iglesia situada junto al castillo de Drakensteyn.
Friso tenía 44 años y era el hijo menor de la ahora princesa Beatriz. En 2004 se había casado con Mabel Wisse Smit y tuvieron dos hijas hijas Luana y Zaria.
Ayer, nuevamente la familia real se reunió para el funeral que tuvo como oradores al rey Guillermo y al premio Nobel de la Paz sufricano Desmond Tutu, que fue con su esposa Nomalizo Leah Shenxane. Tutu, tanto como Kofi Annan , estuvieron presentes ya que trabajaron en el think-tank The Elders, donde la viuda de Friso ejercía como directora ejecutiva. También participaron de la ceremonia el primer ministro holandés Mark Rutte, Bono y su mujer Ali Hewson y los diseñadores Viktor & Rolf.