PROTAGONISTAS

Un argentino dirigió por 51 minutos a los cracks del Barcelona

Agustín Alberdi fue el encargado de que Neymar, Messi, Piqué, Iniesta y Suárez, dieran lo mejor de sí como actores para un comercial. Detalles del detrás de escena: el más duro, el formal y el metrosexual.

Ensayo. De espaldas, el publicista argentino les da las indicaciones a los jugadores de lo que tienen que hacer en la escena inicial del aviso. Luego filmaron con cada uno por separado. Messi se fue p
| Gentileza Agustín Alberdi

Entran uno atrás del otro para luego ubicarse a la par. La cámara hace un paneo general y sigue con un primer plano de sus caras: Lionel Messi, Gerard Piqué, Andrés Iniesta, Neymar y Luis Suárez. Los cinco cracks del fútbol mundial juntos. Pero la música ambiente no es la de la hinchada del Barcelona y no están en una cancha de fútbol. ¡De fondo suena I Get Around de los Beach Boys, y en sus manos, en vez de una pelota tienen valijas!
Es que los cinco fantásticos –si se permite la licencia– se juntaron para realizar el comercial titulado Barcelonalandia que celebra el auspicio que hace la aerolínea Qatar al equipo desde hace tres años. Y el encargado de dirigirlo fue el argentino Agustín Alberdi, director de la  productora Landia, quien relató a PERFIL la trastienda del que parece más el tráiler de una película.

En el mismo los jugadores viajan por el mundo y hacen de las suyas. El brasileño muestra su habilidad para hacer jueguitos con un bronceador, el uruguayo se pone en la piel de un pistolero arriba de un caballo, Iniesta y Piqué juegan a ser mimos y la Pulga hace de karateca.
“Fue un proyecto de una agencia creativa de Amsterdam y la idea era que se viese como una peli pochoclera: los muchachos se van de vacaciones y se divierten. Querían a alguien que les haga un producto cuidado, elegante, pero con base en la comedia. Y ése es mi sello”, explica Alberdi quien quedó conforme con el resultado y siente que es un “coleccionable”. “Es atrapante y muy divertido verlos a todos en una situación que no es la del fútbol”, relata demostrando el orgullo de haber logrado su objetivo  y de haber podido “cautivar” a esos cracks. Tarea nada sencilla. “Hubo mucha adrenalina. Estaban ellos ahí, a mi disposición y con una misión. Me sentí un poco el Pep Guardiola”, dice.

Contrarreloj. La misión era de lo más interesente. Pero el tiempo apremió a este director más acostumbrado a tratar con artistas que con jugadores. “Era una bomba, un riesgo. Podía salir todo bien o todo mal. Porque son personalidades muy fuertes, celebridades que juegan al fútbol pero que  no actúan. Y se podían enojar o no querer hacer algo. Encima teníamos sólo una hora. Ese era el margen. Para poder llegar a esos tiempos con la productora trabajamos tres días enteros para dejar los sets armados, las marcas, hacer pruebas de cámara, ejercicios de recorrido, y dejar todo coreografiado. Hubo tres directores trabajando conmigo y ocho cámaras. Había que ser muy preciso”, explicó en detalle cómo fue esa intensa hora.
 “Llegaron, fueron a vestuario, maquillaje y yo en espejo les decía ahí mismo qué era lo que tenían que hacer mientras los filmábamos. Básicamente nos dedicábamos a armarlo como a un show de Saturday Night Live”, cuenta Alberdi. “Llegaron después de un entrenamiento en el club todos juntos. Primero hicimos la parte en la que entran con valijas, después se separaron. Realmente fue divertido. Neymar y Piqué son de los más jocosos. Tienen mucha química. Sobre todo el brasileño. El marido de Shakira es más modelo, formal y canchero. Al que gastaron mucho fue a Suárez porque pidió que le corrigieran algo del maquillaje  y porque le tocó subirse a un caballo. Se preguntaban cuánto le habrían pagado para lograr eso. El es el menos expresivo, pero aún así causa mucha gracia. Tiene una portación de cara espectacular, garpa”, explica Alberdi.

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Aunque más allá de las habilidades de los jugadores, la publicidad, según revela el director, cuenta con muchos trucos, ya que el poco tiempo y las limitaciones de los jugadores para la actuación los obligaron a utilizar la tecnología: “Hay mucho cara pegada a cuerpos de dobles: uno, por ejemplo fue para Messi porque no le salió uno de los gestos que queríamos que haga con la mano. Le causaba gracia lo que le pedíamos. Pero llegó un momento en el que se pudrió y a los 15 minutos se fue. Es al que menos le gusta la actuación y el  primero en irse. Igual a los 51 minutos ya se habían ido todos. Creo que nunca entendieron lo que tenían que hacer, pero se divirtieron y yo la pasé muy bien”, explica satisfecho.