Independientemente del horario que empecemos nuestras actividades a la mañana, la gran mayoría tiene la tendencia de observar el celular y verificar qué dicen las redes sociales. Revisar si hay mensajes de WhatsApp, chequear los correos electrónicos, ver las historias de Instagram y luego informarse vía Twitter antes de iniciar la rutina que será corrompida por tener el celular en la mano muchas horas. Siempre en el mismo círculo vicioso.
Hay quienes prefieren poner en “modo avión” el celular durante varias horas, otros eligen una red social para distraer menos su atención y hay quienes desafían la actual era de comunicación como la psicóloga Clara Oyuela que publicó su libro “Crónicas de una abstinencia”
En el libro, la profesional que estaba maternando a su segunda hija y sufría problemas para dormir hasta tal punto que se sentía agobiada entre el llanto de la beba y la catarata de mensajes de WhatsApp.
Así la psicóloga decidió cortar con las redes sociales durante 30 días. Usó un celular modelo 2000 con el que intercambiaba llamados, mensajes de texto y leía mails desde la computadora.
El hecho de comunicarse como hace 20 años la llevó a vivir como hace dos décadas mirando más a su alrededor con desapego de lo que comunicaba cada uno enterándose de la vida de sus amigos por lo que ellos les contaban y no por las historias de Instagram.
La psicóloga oriunda de Ciudad de Buenos Aires que está viviendo en San Martín de los Andes se conectó con la vida real y no con la que se disfraza en el celular.
Los resultados de dejar las redes sociales
La conclusión que sacó Clara Oyuela es que la vida le resultó menos práctica y más incómoda pero mejoró su sueño, tuvo mayor paz mental, las horas del día le resultaban más productivas y escribió un libro en el que contó todo esto.
La autora del libro y psicóloga, Clara Oyuela, forma parte del gabinete psicológico de un colegio en el que también es profesora de psicología donde incentiva a jóvenes de 16 años a realizar su experiencia, la de una valiente que vivió sin redes durante 30 días mientras algunos aún dejan el celular con sonido mientras duermen.
