El fin de la presidencia de Donald Trump en los Estados Unidos es principalmente un alivio, un alivio para gran parte de los líderes del mundo y para todos aquellos ciudadanos norteamericanos y del mundo que veían con muchísima preocupación cómo Donald Trump apelaba a lo peor de lo que puede tener la política, en términos de generar odio con la mentira, la discriminación, la vuelta a ciertos supremacismo blanco, ignorar las desigualdades y el racismo todavía vigente en Estados Unidos.
Ahora, ese alivio llega a la mano con un presidente muy inesperado para los Estados Unidos. Como es Joe Biden. Un hombre de 78 años, blanco, poco carismático, que difícilmente creo hubiese llegado a la presidencia de los Estados Unidos de no haber sido por esta coyuntura tan particular.
Lo primero que hizo Biden de dar señales de que Estados Unidos vuelva a ser una potencia mundial, que juega con las reglas del multilateralismo, que acepta, por ejemplo, volver a la Organización Mundial de la Salud, que vuelve a ser parte del Acuerdo de París para cuidar el medio ambiente y que además e frena la construcción del muro en la frontera con México.
Joe Biden tiene 78 años y es quizás lo más inesperado, pero también lo que da una ventaja para pensar cómo recuperar la democracia de los Estados Unidos, que fue puesta a prueba y que tiene todavía un desafío tan importante, porque a ser un país muy rico, es un país tremendamente desigual.
Para Biden, en este caso, de ser un hombre que ya dijo que no puede, ni va a buscar su reelección, porque imagínense un presidente que salga a buscar su reelección a los 82 años. Eso le va a permitir, seguramente, tomar en estos cuatro años las medidas que deba tomar, sin especular con su futuro personal y sin tener que pensar en construcciones hacia adelante.
En Estados Unidos se suele llamar un presidente que ya termina el mandato y que no tiene posibilidad de reelección: "un pato rengo" y cuando tienen un solo término se lo llama muy despectivamente: "one term". Como pasó a ser Donald Trump que lo que busca la reelección y fracasan.
Sin embargo, en el caso de Joe Biden después lo que fue el sismo político que representó para los Estados Unidos estos cuatro años tan disruptivos del gobierno de Donald Trump; el hecho de ser un presidente en cuatro años y nada más puede verdaderamente ser una ventaja.
Paso a paso, quién gana y quién pierde si no hay PASO 2021
Pienso que la Argentina que ha copiado la Constitución de Estados Unidos en muchos aspectos y que sostenemos desde la reforma del '94 también dos mandatos consecutivos, aunque la Argentina está abierta a la posibilidad por una cuestión de cultura política que pasado un mandato, puedan volver a intentarlo. En cambio, en Estados Unidos son ocho años de corrido y no más.
En ese caso, pensar en que aquellos procesos que son más cortos y que no obligan a los presidentes a estar rápidamente pensando en la posibilidad de su reelección, pueden ser procesos virtuoso para momentos excepcionales como los que están viviendo en este momento Estados Unidos.
En Argentina, Alberto Fernández, ¿Qué dijo? Se lo preguntamos en su momento con Ernesto Tenembaum en Corea del Centro. Cuando le consultamos si se piensa a sí mismo como un presidente de transición o de ocho años, dijo que eso no lo sabe todavía.