Un sospechoso apuntado por la desaparición de Madeleine McCann, generó inquietud tras declarar que poseía información clave capaz de resolver el misterio sobre el paradero de la menor.
Durante una visita a una tienda de telefonía, Christian Brueckner, principal sospechoso en la desaparición de McCann quien fue recientemente liberado, aseguró al personal que disponía de pruebas que podrían poner fin a las acusaciones en su contra y, según relató el gerente Farouk Salah-Brahmin, mencionó la existencia de memorias USB vinculadas a estos datos.
“Me dijo que tenía información especial sobre algunas personas y que por eso quieren acabar con él”, declaró Salah-Brahmin, quien también señaló que Brueckner insinuó estar al tanto de una red más amplia y que su vida corría peligro.
“Por cómo lo dijo, debió de estar hablando del caso de Madeleine McCann. ¿De qué otra cosa podría estar hablando?”, reflexionó el gerente, quien también manifestó su desconcierto ante el hecho de que Brueckner no hubiera compartido esa supuesta información con la policía.
El gerente de la tienda reconoció que la presencia de Brueckner le generó temor. En ese contexto, lo describió como un "individuo peligroso y señalando que era evidente que se trataba de la primera interacción significativa del sospechoso con alguien tras su liberación".
Además, Salah-Brahmin recordó que Brueckner portaba únicamente una mochila y varias bolsas de supermercado, y que en todo momento sostuvo que era inocente de los delitos por los que había sido condenado y acusado.
“Afirmó que todo lo que le había pasado era una injusticia”, relató el gerente, quien también mencionó que Brueckner negó cualquier implicación en los hechos, incluso cuando se le confrontó con la presencia de su ADN en la cama de una de las víctimas.