Con el cambio de clima, el uso de las estufas a gas se incrementó y se deben tener una serie de cuidados con respecto a su uso, ya que de un año al otro, el artefacto que no se utilizó, puede tener suciedades, restos de combustión, hollín, lo que provoca que el calefactor funcione mal y sea dañino para la salud.
El gasista matriculado y jefe de prestadores de rapihogar.com.ar Bernardo Bella aconsejó que aunque tenga un costo, la primera medida que se debe tomar, es hacer que un gasista matriculado revise el artefacto y que le haga un service y un control del funcionamiento. "Hay que controlar de un año al otro que los tirajes de ese calefactor estén en buenas condiciones”.
También ejemplificó que puede pasar que en un edificio, las palomas o pájaros hagan nidos dentro del calefactor en el verano cuando está apagado y luego, al prenderlo , la salida está llena de ramas, plumas y restos de suciedades que hacen que el tiraje no funcione bien y el monóxido en vez de salir quede adentro.
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“Hay que verificar que las salidas de gases estén en correcto estado”, explicó Bernardo. Todos los ambientes, que van a tener calefactores que son infrarrojos, deben tener rejillas de ventilación tanto superiores como inferiores y todos los artefactos que se instalen dentro del hogar deben constar de una certificación.