Con los mayores recursos de litio del planeta, Argentina busca posicionarse como un firme oferente de este metal que podría servir como un imán para atraer inversiones al país.
Al ser un excelente conductor de calor y electricidad, el litio es una materia prima esencial para la producción de artículos electrónicos y también en la creciente industria de vehículos eléctricos.
Argentina solo produce un 1% de las 19 millones toneladas métricas de recursos de litio identificados y tiene la oportunidad de convertirse en un peso pesado del sector, más allá de la oferta tradicional de soja, granos y carne.
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Empresas chinas y estadounidenses se reparten proyectos de extracción y se enfrentan en una guerra por el dominio de los salares ubicados en el norte del país. Incluso Elon Musk dio señales de que podría participar de la minería para garantizar el suministro.
Sin embargo, estos intereses internacionales podrían ir en contra de los Estados y su soberanía. Ante esta situación hay una iniciativa encabezada por Evo Morales a favor de la producción estatal de litio.
Argentina, junto a Bolivia y Chile, compone el triángulo del litio, concentrando más del 50% de las reservas globales. Con esfuerzos conjuntos, se podría cartelizar la producción y de este modo controlar los precios y la producción. Para 2030 se estima un gran crecimiento de este sector estratégico en el país.
