Europa está viviendo el verano más seco de los últimos 90 años por una nueva ola de calor que no sólo incomoda, sino que trae otras consecuencias.
Incendios forestales, problemas energéticos por la alta de manda de refrigeración, sequías, los niveles de los ríos cada vez más bajos y amenazas de transporte de productos básicos afectan la región.
Los países más afectados son Francia, Portugal, España, Grecia e Inglaterra con temperaturas que llegan hasta los 36°C.
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A pesar de los altos registros térmicos, no todo es negativo en el viejo continente dado que, el turismo ha mostrado un crecimiento del 200% comparado con el 2021, año que tuvo grandes limitaciones por la pandemia del covid-19.
Los especialistas estiman que el calor asfixiante dure algunas semanas más. Aunque este no será el fin, ya que se pronostican olas de calor más largas y más frecuentes.