Con la llegada del calor y la caída en la cantidad de casos de coronavirus, muchos argentinos comenzaron a abandonar los protocolos para evitar la propagación de la pandemia. A raíz de ello, la curva de contagios se disparó en pleno inicio de la temporada de verano.
Los porteños no son la excepción a la regla y se congregaron en la Terminal de Ómnibus de Dellepiane, en el barrio de Flores, para salir de vacaciones a lo largo y ancho del país. Garantizando las normas de salubridad y prevención, a la entrada se toma la temperatura y se pide una Declaración Jurada de los turistas, quienes no deben esperar más de 30 minutos para hacer el embarque.
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El destino por excelencia, al igual que el último fin de semana largo del año, es la costa atlántica argentina, teniendo a Mar del Plata como el destino número uno, seguido por el Partido de la Costa, Pinamar y Villa Gesell. También se destacan Córdoba, Entre Ríos y Misiones, con Puerto Iguazú picando en punta.
Pese a los estrictos controles y protocolos vigentes, la mayoría de los micros que parten de la terminal lo hacen con un aforo completo, incumpliendo las normativas de la CNRT. Cabe destacar que los turistas que vacacionen por más de 72 horas y elijan un destino mayor a los 150 km. de la Capital deberán realizar un testeo obligatorio al regreso.
