El papa León XIV conminó a renunciar definitivamente al obispo suizo Jean Cesar Scarcella, acusado desde hace años de abuso sexual. De esta manera, fue trasladado al monasterio hasta que su situación legal sea resuelta.
Una extensa investigación que documentó 1002 casos de abusos sexuales registrados entre 1950 y 2002. De estos, al menos la mitad fueron "postergados y olvidados". Las cifras son alarmantes: 921 víctimas y 510 abusadores comprobados. La Conferencia Episcopal Suiza estimó que el número total de casos en los últimos 70 años en la iglesia del país podría superar los 10.000, lo que subraya la sistematicidad y el encubrimiento de estas prácticas.
Un aspecto central de la investigación centró en el papel de algunos obispos que no actuaron de manera inmediata ante las acusaciones, tal como era su deber. Entre ellos se encontraba el propio obispo Scarcella, quien se autosuspendió el 13 de septiembre de 2023. Desde una perspectiva estadística, los datos revelan que el 50% de las víctimas de abuso eran hombres jóvenes, mientras que el 39% eran mujeres, mostrando que la problemática afecta a un amplio espectro de la población.
La investigación también reveló que de los cuatro obispos bajo escrutinio por presuntamente proteger a abusadores denunciados, tres aún permanecen en sus cargos, lo que genera indignación y escepticismo. En este contexto, el padre Nicolás Betticher, un párroco de Berna, recibió repetidas amenazas de muerte y ofensas postales por haber denunciado a varios abusadores y enviado sus denuncias a la Santa Sede, cumpliendo con su obligación sacerdotal.