La nueva normalidad trajo consigo la dependencia del uso de la tecnología y de plataformas como Zoom, Meet o Skype. Pero su uso en exceso derivó en la llamada Zoom Fatigue, un tipo de fatiga que aparece con el uso de las plataformas de videoconferencias y que se manifiesta sintomatológicamente con cansancio extremo y ansiedad.
A pesar de que afecta a toda la población, las mujeres se llevan la peor parte. "A las mujeres las afecta porque tienden a interpretar más todas las señales no verbales, como los gestos y el movimiento del cuerpo", explica la Dra. Lucía Crivelli, coordinadora de Neuropsicología del FLENI.
También, añadió que el género femenino es un poco más vulnerable a que la imagen propia tenga impacto sobre el autoestima. "Como estas plataformas exigen que uno se mire, hace que las mujeres estén muy pendientes al arreglarse y producirse, lo que genera estrés y malestar", detalló Crivelli.
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Frente a este panorama y las posibles nuevas restricciones, los especialistas recomiendan limitar las videoconferencias a los 40 o 45 minutos, sumando intervalos de descanso, así como evitar el uso de varios dispositivos electrónicos al mismo tiempo. "Las videollamadas no pueden durar más de 45 minutos bajo ningún concepto y tiene que estar espaciadas por 15 minutos", enfatizó la neuropsicóloga.