Si bien antes era muy raro encontrar casos de niños o adolescentes con diabetes, hoy en día los hábitos de la vida posmoderna, marcada por la mala alimentación y un sedentarismo creciente, se convirtieron en un cóctel fatal para la salud de los más chicos.
Este año, considerado el “Año de los Niños y Adolescentes con Diabetes”, la Federación Internacional de Diabetes arrojó cifras que hasta hace poco tiempo eran impensadas. En el mundo ya son 500 mil los menores de 15 años que padecen de diabetes tipo 1, mientras que cada día a 200 niños más se les diagnostica esta dolencia.
“El atractivo de los medios audiovisuales, no solamente de la televisión sino también el de Internet, hace que aumente el sedentarismo, problema que va de la mano de la diabetes”, explica el doctor Gabriel Lijteroff. Si a la falta de actividad física se le suma la mala alimentación, la comida chatarra, la dieta poco balanceada y la proliferación de productos energéticos destinados a los más chicos, la diabetes puede dejar de ser un problema de grandes para convertirse en una realidad infanto juvenil.
Los “productos maravilla” y la publicidad, un arma de doble filo. Durante los últimos años, aumentó en el país la cantidad de productos destinados a los más pequeños para “crecer”, en conjunto con fuertes campañas publicitarias. El problema radica en que la cantidad de energía que proporcionan estos alimentos, si no es aprovechada mediante la actividad física, genera grasa en el cuerpo, obesidad, y como consecuencia la posibilidad de que aparezca la diabetes.
“En este momento uno ve a nivel general que hay publicidad muy agresiva en cuanto a los alimentos. A las madres se las invita a pensar que si no le dan tal o cual producto a los chicos no vana crecer o no van a ser sanos, y en realidad lo que se genera es más consumo”, señala Lijteroff.
(*) Redactora de Perfil.com
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