Antes de buscar un bebé hay que fijarse cómo comemos todos los días. Así lo aseguraron a Perfil.com distintos especialistas que coinciden en que en los problemas actuales de fertilidad pueden estar directamente relacionados a la mala alimentación y hasta puede estar causada por deficiencias nutricionales.
"La infertilidad hoy es más visible en la sociedad porque la forma de vida y la poca calidad de vida, donde hay más estrés, sobre todo mucho estrés laboral, se come en forma desordenada y alimentos a veces contaminados o mucha comida chatarra, fritura y carnes", destaca Omar Layus, especialista en Andrología del Hospital Italiano.
Layus explica que también influye la postergación de la búsqueda del embarazo, que actualmente comienza recién a los 30 o 32 años porque las mujeres priorizan antes el estudio y la inserción laboral. "El incremento de la infertilidad por la postergación de la ventana fértil es difícil de cambiar, porque es parte de la sociedad hoy, pero actualmente existen muchos métodos para lograr conseguir un embarazo", aclara el especialista.
El ginecólogo Ramiro Quintana, especialista en medicina reproductiva y director del grupo de profesionales en la materia Preservar Fertilidad, acaba de dictar junto a Layus unas charlas sobre esta problemática, y destaca que la fertilidad "no sólo tiene que ver con la alimentación, sino con la nutrición en general". "Una mujer para ovular y menstruar necesita una cantidad determinada de tejido adiposo en el cuerpo; cuando tiene trastornos alimenticios, como bulimia o anorexia, deja de menstruar, pierde la ovulación y, por lo tanto, no puede quedar embarazada. El exceso de peso también genera estos problemas, porque también puede condicionar la ovulación o puede generar óvulos de mala calidad; incluso hay gente con exceso de peso que deja de ovular", señaló.
El exceso de peso es, por caso, también un problema para la fertilidad de los hombres, y tiene que ver precisamente con la mala calidad de la alimentación. Layus añade que esto sucede porque la mala alimentación afecta a la "espermatogénesis", es decir, a la formación de los espermatozoides, un proceso que dura nada menos que 72 días. Como muchas veces la rutina alimentaria no es fácil de cambiar, "existe medicación farmacológica que viene a suplir las carencias de alimentación, como la L-Carnitina, el Selenio, el ácido fólico, zinc, las vitaminas C y D, que mejora la espermatogénesis", agregó.
Sin embargo, Layus advierte que antes de recetar estos suplementos, primero se somete al paciente a un examen físico para descartar problemas orgánicos que estén afectando a la fertilidad. Luego, sí se le realiza el tratamiento, que debe ir acompañado por una mejora en la calidad alimenticia y la incorporación de actividad física. "El tratamiento dura entre dos y tres meses, dado a que el proceso de formación de los espermatozoides lleva ese tiempo", explica.
El estrés. "Los que influyen en la infertilidad son los elementos negativos, como el estrés que antes no existía como en estos tiempos, que también provocan alteraciones hormonales y metabólicas", explica Quintana.
"Esta problemática se da cada vez más en jóvenes: los antihipertensivos, los antidepresivos, los ansiolíticos, los productos para la calvicie en los hombres, todo esto actúa en contra; ni hablar del cigarrillo, el exceso de alcohol o de drogas, todas sustancias tóxicas que afectan las células espermáticas, por ejemplo, que son muy sensibles a estos cambios", sostuvo el médico.
En el caso de las mujeres "es peor aún, porque las sustancias tóxicas limitan la ovulación, y esto sumado a que cada vez buscan más tarde el embarazo, tienen chances mucho más disminuidas respecto de años atrás".
La infertilidad, en crecimiento. Según ambos especialistas, todas estas razones han generado un crecimiento de los problemas de fertilidad tanto en los hombres como en las mujeres, y cada vez son más frecuentes. " El 25% de las parejas tienen problemas de fertilidad", señala Quintana. Pero explica: "No aumenta como enfermedad, sino como necesidad de tratamiento; y se puede tratar en todos los casos".
Layus, por su parte, cuenta que también se ve un incremento en la consulta masculina. "Se debe a que el hombre está más comprometido que antes en la búsqueda del embarazo. Hoy por hoy, se sabe que el hombre tiene un porcentaje alto en los problemas de concepción, casi igual que la mujer".