El término de alimento funcional se utiliza para identificar alimentos y/o componentes de ellos que poseen propiedades adicionales sobre la salud de los consumidores que superan el beneficio clásico de un aporte de nutrientes.
Serían funcionales también los alimentos en los que se ha eliminado o reducido la presencia de uno o varios componentes para que produzca menos efectos adversos sobre la salud humana.
A través de la alimentación de la vaca se puede modular la composición en ácidos grasos de la leche en un sentido favorable a la salud humana. Se ha logrado una importante reducción en la concentración de ácidos grasos hipercolesterolémicos de la leche y un incremento natural y simultáneo de ácidos grasos con propiedades ateroprotectoras y anti proliferativas. Estas propiedades son recuperables en los lácteos elaborados con la leche denominada funcional.