En la causa por la muerte de decenas de pacientes en hospitales de Uruguay en manos de los "enfermeros asesinos", ya figuran las primeras declaraciones de los acusados. El juez Rolando Vomero, responsable del caso, afirmó que los procesados afirmaron haber inyectado "aire" y "morfina" a las víctimas. Un experto explicó a Perfil.com qué le ocurre al cuerpo humano en estos casos.
El investigador toxicólogo del CONICET y director del Instituto de Ciencias Ambientales y Salud, Jorge Herkovitz, detalló a este medio que en ambos casos "la muerte provocada genera una muerte casi inmediata".
En el caso de la inyección con aire, el experto afirmó que "al ser el sistema cardiovascular cerrado, los líquidos no permiten reducir el volumen". "Al aumentar la presión, se comprime y se contrae el corazón con el aire inyectado. El aire queda comprimido y produce una falla cardíaca aguda por lo que cesa la circulación".
"El ventrículo derecho no puede impulsar a la sangre, por tener ese gas encerrado y se comienza a trabajar sin poder mantener la circulación sanguínea, lo que genera la falla general y se provoca la muerte repentina. El fallecimiento se produce por colapso de cerebro y corazón, por ser los órganos más sensibles", detalló el especialista.
Y apuntó: "Un tema importante es que puede pasar por muerte natural, por lo que ante una sospecha es importante que se ordenen las autopsias pertinentes".
En cuanto a la aplicación de una dosis mortal de morfina, Herkovitz explicó: "La morfina es un tóxico sumamente potente. Se usa para combatir dolores según tratamiento médico, pero en fuertes dosis provoca una intoxicacion aguda, incluso con mucho menos de un gramo. De hecho, con 200 miligramos, ya podemos considerarla como una intoxicacion aguda que puede llevar a la muerte".
"Se trata de un analgésico euforizante muy potente que provoca un colapso cardiovascular. Genera efectos muy rápido, al atacar la frecuencia respiratoria y provocar un colapso que puede provocar primero vómitos, sialorrea, y hasta cambios muy intensos en la pupila. Lamentablemente, si no se aplica muy rápida un antídoto -sólo útil en casos de bajas dosis-, sobreviene un paro respiratorio", concluyó el toxicólogo.
En tanto, según indica el medio uruguayo El Observador, la Justicia local se apresta a ordenar la exhumación de cadáveres con la cual se inspeccionarán nuevos cuerpos para ver si se detectan otros casos de pacientes asesinados por los enfermeros.