Mientras la epidemia de dengue más grande que se haya registrado en el país crece velozmente, son varias las instituciones de la salud, públicas o no gubernamentales, que difunden qué tipos de cuidados que hay que tener y cómo identificar los síntomas.
“El dengue es una enfermedad viral transmitida por la hembra del mosquito Aedes aegypti, que deposita sus huevos en todo tipo de objetos que puedan acumular agua clara, estén o no a la intemperie. Este mosquito se encuentra distribuido en gran parte del país”, explica, a través de su página web, el infectólogo Daniel Stamboulian, presidente de la Fundación Centro de Estudios Infectológicos (FUNCEI).
“La mayoría de las veces la infección no produce síntomas; en otras, en cambio, se presenta como un cuadro de fiebre alta, erupción (sarpullido) de la piel, dolores musculares, decaimiento general y dolor de cabeza en la región de los ojos”, especifica. Y agrega: “Con menor frecuencia, puede causar una infección severa caracterizada por vómitos intensos a veces con sangre, sangrado por las encías y la nariz, hemorragias en la piel, disminución de la presión arterial, palidez, sed intensa, pulso débil y desvanecimiento”. Esta descripción pertenece a los casos más graves de la enfermedad, cuando el infectado por dengue padece de la denominada “fiebre hemorrágica”, una gravedad a la que se llega cuando la persona previamente ya estuvo infectada por el virus. Este cuadro es, precisamente, el que puede llevar a la muerte en caso de que no hayan sido “adecuadamente diagnosticados y tratados”.
Los síntomas del dengue, para ser más gráficos, son como los de “ una gripe muy fuerte, la peor que hayan tenido, con mucho dolor de huesos. Dura de 5 a 9 días”, explica por su parte un comunicado del hospital de Niños Ricardo Gutiérrez.
Los síntomas del dengue, para ser más gráficos, son como los de “ una gripe muy fuerte, la peor que hayan tenido, con mucho dolor de huesos. Dura de 5 a 9 días”, explica por su parte un comunicado del hospital de Niños Ricardo Gutiérrez.
Ante la aparición de los síntomas es importante acudir a un centro de salud. Sobre todo, hacerlo antes de tomar aspirinas, que “puede acentuar las posibles manifestaciones hemorrágicas de la enfermedad”. Son, por caso, las mismas recomendaciones que hace el Ministerio de Salud de la Nación, además de los especialistas de distintos centros de salud.
Como no existe vacuna contra la enfermedad, todas las recomendaciones apuntan a impedir la proliferación del mosquito transmisor en los propios hogares. "Para una enfermedad que no tiene vacuna preventiva contra este virus, la única cuestión que podemos hacer fuerte para prevenirlo es evitar los criaderos de mosquitos", señaló por su parte el Tomás Orduna, infectólogo del hospital Muñiz. Y aconsejó no dejar a la intemperie "cacharros, neumáticos, piletas abandonadas con agua de lluvia. A las piletas de natación hay que vaciarlas y mantenerlas limpias, o clorarlas como si se estuviera por usar".
Van aquí algunas recomendaciones más precisas para prevenir la propagación del mosquito:
- Evitar tener dentro y fuera de la casa recipientes que acumulen agua.
- Renovar el agua de canaletas y recodos, floreros, peceras y bebederos de animales al menos cada tres días.
- Desechar todos los objetos que estén al aire libre en los que se puede acumular agua de lluvia: latas, botellas, neumáticos, juguetes, etcétera.
- Mantener boca abajo los recipientes que no estén en uso como baldes, frascos, tachos, macetas.
- Tapar los recipientes utilizados para almacenar agua como tanques, barriles o toneles.
Además, se recomienda evitar el viaje a las regiones afectadas. Si esto no es posible, observar las siguientes medidas de prevención personal:
- Asegurarse de que no entren mosquitos a la vivienda: colocar mosquiteros de malla fina en puertas y ventanas. Utilice insecticidas en pastillas, en espirales o aerosoles.
- Es aconsejable la utilización de repelentes para la piel.