SOCIEDAD

2010: el año que "a ver" le ganó a "boludo"

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¿"A ver"? Sincerémonos. Es demasiado lo que abusamos ya de la muletilla "a ver". En 2010 "la rompió" y compitió con "boludo". Se convirtió en la vía de escape de funcionarios frágiles a la hora de concretar y de opositores difusos a la hora de criticar. Al interrogante del cronista fue el glup de apuro del entrevistado en fuga. Con partido único y autocrático no es aconsejable hablar sin permiso. Con oposición yendo a los tumbos no es atinado hablar de más. Y con portavoces así la opinión pública no se entera de nada.

Esta incomunicación tuvo en "A ver..." (aún lo tiene, pero yéndose) su recurso más usado. Con su apoyo, una mirada perdida y un gesto cómplice, el acosado por la pregunta pública lograba los 20 segundos para salir bien parado del acoso. Una coartada retórica para salvar el pellejo partidario. "A ver...cómo le diré..." Y tras la mano en el mentón y mover tres veces la cabeza, una presta frase de auxilio, de ésas que abundan en la gramática de la política con minúscula. De lo que se trata es de huir, no de responder.

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La que fue vedette en 2010 fue "A ver..." Y aferrados a ella (y a otros anacolutos por el estilo) de allí en más, un raje y patinaje por lugares comunes y escombros de lenguaje: "Este...", "Verá usted...", "Hasta las últimas consecuencias", "No es una pregunta fácil...", "Me atrevería a interpretar que...", un largo etcétera relleno de muletillas colegas y cómplices del escapista y autista "A ver...". Parece una tontera, pero es por la boca que muere el pez.

¿Merece una columna tan locuaz e infeliz comodín? A mi me lo parece. Y más. Creo que de cuantificarse las veces que en 2010 las preguntas sobre la inseguridad fueron precedidas/opacadas/ eludidas/ por ese "A ver...", además de sorpresa nos daría enojo por no haberlo desarticulado a tiempo.

¿Cómo ningún periodista se ocupó de ese "ver" usado de tapón, que por lo general olía a mula y "daba" tiempo a la respuesta? Que 2010 no registrara cacerolazos de protesta por muy puntuales dramas varios es porque nos dejamos anestesiar por el millón de veces que nos dejamos "cegar" por el "A ver..." de tal ministro, Ceo, burócrata, legislador, sindicalista o bocazas de este o de aquel lado del mostrador del Poder. Así lo pienso.

Como también que con 2011 mostrando los dientes como viene, es posible que no quede otra alternativa que actuar la palabra y no escabullirla. Que quien se la pase dando recitales de sanata y no vaya al grano, no pasará por el ojo de la aguja de ninguna encuesta electoral. Como transición podrán zafar con un "Veamos..." (que al menos invita a ver algo junto a otro, con otro) pero entrado el otoño ya no habrá verso que valga.

El año 2011 viene raro. Nuestro servicio meteorológico debería agregar otros Alertas a los que nos viene dando. El periodismo solo no parece alcanzar para dar aviso al vecindario de los fenómenos "terrestres" que nos rondan y que son más temibles que un rayo o un cumulus nimbus.

"¿A ver...?" No: veamos. No: veamos. Política (lo que se dice po-lí-ti-ca) hace rato que salió de su cauce, alejándose de la Constitución y de la República. En el desangelado país solo se renueva lo demográfico. El gobierno hace el poder. La oposición hace la plancha. Y la llamada "ciudadanía" (?) hace mutis. No hace falta ser baquiano ni echar la cabeza al suelo para oir como retumba una realidad angustiante y bárbara. Al socaire de ciertos/inciertos índices económicos la Argentina flota al albur de una inercia a la que algunos intelectuales (?) ven, saludan y proclaman como modelo de progreso (sic). ¿Cuál? Les envidio la vista.