Los bomberos de la Policía Federal no cuentan con los planos finales contra incendio de cien grandes centros comerciales, cines y teatros de la Ciudad, a casi tres años del siniestro que provocó 196 muertes en República de Cromañón.
Los datos surgen de una investigación de la Defensoría del Pueblo porteña, que listó 212 locales, realizó un cruce de información con la Comuna local y comprobó que la División Prevención de la Superintendencia Federal de Bomberos carece de los planos finales de 47 por ciento de esos comercios.
Los planos finales de incendio son de importancia estratégica para el personal de Bomberos, porque le permite conocer con precisión las zonas críticas para las tareas de rescate y asistencia, ante un siniestro en uno de estos lugares de masiva concurrencia de público.
La obligación de entregar la documentación está incluida en el Código de Edificación porteño, precisamente en el capítulo 4.12 de la norma: "De la protección contra incendio".
La Defensoría instó por eso al Gobierno local, mediante la resolución 3331/07, fechada el 26 de octubre, a arbitrar "las acciones necesarias para exigir y comprobar la aprobación final de las 'instalaciones contra incendio'" de los locales comerciales de masiva concurrencia de personas.
Advertencias anteriores. Esta no es la primera vez que la Defensoría advierte sobre "la desactualización y falta de documentación". El 16 de diciembre de 2005, mediante la resolución 4053/05, llamó la atención de los entonces jefe de Gabinete porteño, Raúl Fernández, y del secretario de Seguridad, Diego Gorgal, luego ministro de Gobierno.
En la actual resolución, el órgano defensor concluyó que "de las respuestas obtenidas (...) se puede corroborar que el incumplimiento en la remisión de documentación de prevención contra incendio a la Superintendencia Federal de Bomberos aún se mantiene".
" A pesar de Cromañón, no se ha logrado que los funcionarios adopten la conciencia de prevenir, por lo que el riesgo potencial de siniestralidad sigue existiendo", concluyó en diálogo con DyN el defensor adjunto a cargo del análisis de datos, el arquitecto Atilio Alimena.
Este defensor había advertido en mayo de 2004, siete meses antes del incendio en el boliche del barrio de Once, que sólo 36 de 258 boliches porteños contaban con el certificado de seguridad obligatorio otorgado por Bomberos, apenas 14 por ciento del total.
Precisamente, la investigación de la Defensoría sobre seguridad y prevención contra incendios comenzó con la actuación 5.064 de 2004, cuando de oficio solicitó el efectivo cumplimiento de las normativas vigentes en grandes centros comerciales, shoppings, hipermercados, salas de teatro y cines porteños.
Alimena señaló que la reglamentación establece que una vez que el comercio ha sido habilitado, los planos deben ser girados a Superintendencia de Bomberos, pero que este paso no se comprobó en 100 de los 212 grandes locales analizados.
"Por ejemplo, está el caso de un supermercado del barrio de Barracas, donde para Bomberos figura la antigua fábrica de chocolates Aguila", dijo Alimena en diálogo con DyN.
El defensor explicó que varios de los grandes centros comerciales se habilitan sabiendo que no cuentan con toda la documentación, pero que "para darles la habilitación, certifican que las condiciones 'más extremas' se cumplen".
"Pero, ¿quién tiene la gracia divina para decir cuáles son las condiciones mas extremas?; no se puede saber cuál va a ser el lugar donde va a producirse el siniestro", dijo Alimena en diálogo con esta agencia.