SOCIEDAD
sin rumbo debido a las crecidas e inundaciones

Alerta por los animales marinos “perdidos”

Rescatados. Un lobo marino y un elefante marino (foto) volvieron al Atlántico luego de aparecer varados en Gualeguaychú.
| Gza. Fundación Mundo Marino<br>

La cantidad de animales marinos que aparecen varados en las costas argentinas es cada vez mayor, según revelan las estadísticas que lleva a cabo anualmente la Fundación Mundo Marino. Este mes, su equipo de rescate –que rehabilita a los animales en mal estado–, junto a profesionales de la Fundación Temaikén y de la Dirección de Fauna Silvestre de la Nación, devolvió a las aguas de San Clemente del Tuyú un elefante marino que había sido hallado perdido unos días antes en Gualeguaychú.
Según explicó a PERFIL la bióloga marina Carina Alvarez, se trata de una consecuencia más de las inundaciones: “Aparecen tras las crecidas de los ríos y luego no pueden encontrar el camino de regreso para salir al mar, o quedan varados cuando baja el agua”. También esta semana, personal de Prefectura encontró en Colón un lobito que había llegado arrastrado por la crecida a esa misma localidad entrerriana, y empezó un operativo para regresarlo al mar.
Estos últimos casos se enmarcan en una tendencia que preocupa a los especialistas. Hacia fines de febrero aparecieron sin vida en las costas 23 delfines franciscanos, un número sin antecedentes tratándose de una especie que está en peligro y de la que se calcula que, de mantenerse el nivel de mortandad actual, podría desaparecer en los próximos treinta años.
En apenas tres meses de este año, la fundación –que cuenta con el Centro Provincial de Rescate y Rehabilitación– atendió más de cien aves marinas, principalmente gaviotas, pingüinos y petreles, para devolverlos a su hábitat natural. La mayoría de los ejemplares que se encontraron a lo largo de la costa presentaban cuadros de debilidad extrema, heridas, alto parasitismo y empetrolamiento. De acuerdo con los registros, cada año se incrementa el número de estas especies que deben ser atendidas debido a la creciente contaminación del ambiente oceánico.
También el año pasado las cifras fueron llamativas. Sólo en junio se encontraron más de veinte pingüinos magallánicos muertos entre Mar de Ajó y San Clemente del Tuyú. Los pocos que llegaron vivos padecían debilidad extrema. Y un número sorprendente de lobos marinos: de junio a octubre se rescataron y devolvieron al mar 35 ejemplares.