Las ciudades argentinas no cuentan con espacios suficientes para que los niños y adolescentes jueguen al aire libre. Mientras el 30% de los chicos de entre 5 y 17 años vive actualmente en barrios contaminados o cercanos a plagas y basurales, el 23% habita barrios inseguros y el 14% no tiene cerca de sus hogares plazas, clubes o centros recreativos, todas situaciones que desalientan el juego en el espacio público y que afectan en mayor medida a los sectores más pobres.
Así se desprende del último estudio que el Barómetro de la Deuda Social de la Infancia de la Universidad Católica Argentina (UCA) realizó junto con la Fundación Arcor, donde se analizó el comportamiento de los niños y adolescentes en las áreas urbanas del país: el 15% de chicos de entre 5 y 12 años no juega al aire libre, mientras un 30% lo hace menos de 40 minutos por día.
“Hoy los espacios públicos están tomados por la inseguridad o son deficitarios en términos medioambientales, y eso lleva a un juego libre cada vez más restringido y orientado a lo privado, donde los chicos pasan más tiempo del recomendado frente a pantallas”, explica Ianina Tuñón, coordinadora del Barómetro de la UCA. “Buscamos sensibilizar sobre los riesgos que esto ocasiona y cómo se vulneran derechos que son esenciales en la infancia, como es el del juego y el esparcimiento”. Según el informe, seis de cada diez chicos en edad escolar no realiza actualmente ninguna actividad física o deportiva fuera del horario curricular, situación que se agudiza en las mujeres.
Brecha. Según el informe, además, no tener cerca de casa un club o centro deportivo desalienta la actividad física, y ocurre más a menudo entre los niños de estratos sociales más bajos. También son menores las oportunidades de educación física escolar entre los estudiantes marginales y que asisten a escuelas públicas.
