Luego del anuncio oficial de aumentar un 24% el salario mínimo docente, visto por algunos como una
maniobra oficial para fortalecer la imagen de
Daniel Filmus de cara a las elecciones porteñas, los ánimos gremiales en el
interior se encendieron y, ahora, maestros
de varias provincias amenazan con no comenzar el ciclo lectivo la primera semana de marzo,
si no se asigna una suba similar para el interior del país.
El ministro de Educación anunció el lunes pasado un incremento del salario para todos los
docentes que recién se inician en un cargo de 840 a 1.040 pesos. A partir de esta suba,
cada provincia deberá establecer su propia negociación con los sindicatos
docentes, tomando como referencia el nuevo piso mínimo fijado a nivel nacional.
La administración nacional y la dirigencia de Ctera celebraron el acuerdo y coincidieron que
la medida ayudaría a descomprimir la situación de los maestros en las provincias. Sin embargo,
según consigna
El Cronista, ocurrió todo lo contrario.
Los gremios docentes de Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Mendoza y Río Negro reclamaron a las
autoridades de cada provincia
que cumplan con el nuevo piso salarial o que convaliden el aumento del 24%.
Amparados por el incremento establecido por la Casa Rosada, anunciaron que
si no hay respuesta a sus reclamos no comenzarán las clases.
Roberto Baradel, jefe de uno de los gremios de Buenos Aires, aseguró al matutino
que "la decisión del Gobierno nacional ha fortalecido la posición de los docentes de cada una de
las jurisdicciones provinciales que venían negociando una recuperación salarial.
El mayor problema se da en aquellas jurisdicciones que concentran alrededor de la mitad de
los docentes del país y que no forman parte de los 11 distritos que la Nación asiste
financieramente para enfrentar la suba de salarios. El caso de Buenos Aires es particularmente
complejo ya que el gobernador
Felipe Solá había ofrecido elevar los sueldos a 900 pesos, oferta que quedó
sepultada luego del anuncio de Filmus.