“¿Estás en una cita y no es lo que esperabas? ¿Estás insegura, expuesta o incómoda? Alguien te está incomodando? Acercate a la barra y pedí…”, se lee en el cartel del baño del espacio cultural JJ, en Abasto, que hoy abre sus puertas, donde además aclaran que “nuestro personal está capacitado para ayudarte y garantizar que vuelvas a tu casa segura”. En la Ciudad, varios bares sumaron “códigos secretos” para que las mujeres puedan alertar si viven situaciones de violencia de género.
Se trata de una iniciativa que se repite en varios espacios del país. A principios de año, en Salta, un bar implementó la misma medida que se conoció de un bar inglés, donde las mujeres preguntan por “Angela” en la barra si necesitan ayuda (medida que, además, se replicó en otros países).
En Buenos Aires, cada bar establece un protocolo –ya sea un nombre de una persona o de un trago–, pero la intención es siempre la misma: dar alerta de una situación incómoda y que puedan asistir a quien lo necesita.
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“La situación a la que estamos expuestas de noche las mujeres no es una novedad, todas hemos vivido distintos grados de violencia, ya sea en forma de acoso verbal o físico, de maltrato o de situaciones más graves aún”, explica Julieta Carunchio, una de las responsables del lugar.
“Uno de sus elementos centrales tiene que ver con que en el baño las mujeres pueden ver un código secreto que establecimos para que nos avisen si están en alguna situación violenta. La idea es que se acerquen a la barra y lo digan, y allí nosotros nos ponemos en acción para garantizar que llegue bien de nuevo a su destino”, agrega.
El Matienzo y Vuela el Pez son otros espacios con protocolos similares.
