SOCIEDAD
Entrevista al DT de la seleccin argentina

Basile: el hombre duro que cada tanto, afloja

En el próximo número de la revista Hombre , el DT de la Selección Nacional habla de todo: su debut sexual a los 15 años durante unas vacaciones, las mujeres y el fútbol, de su familia y sus emociones. Galería de fotos

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| AFP

Después del destape en Venezuela durante la Copa América, donde el mundo entero pudo apreciar sus atributos físicos desparramados en una pileta de hotel, ahora Alfio "Coco" Basile, muestra su mundo íntimo, en una entrevista imperdible que dio a la revista Hombre , en su edición del mes de septiembre.

Hasta ahora poco había contado de su vida privada, sin embargo se animó a mostrar una arista poco conodida, la de un ex duro que dice haber vencido algunos prejuicios con el género femenino: ""Hay gente que cree que tengo una personalidad dura. Pero no te creas, he cambiado. Tengo pinta de machista por mi presencia, pero es un cuento. Es la pinta. Mirá, si hasta miro fútbol femenino".

Aquí algunas de las partes más jugosas de la charla.

Precoz. “Sexualmente debuté a los quince recién cumplidos. Era verano. Fue en Bahía, me llevaron los grandes. En ese tiempo era la edad que se debutaba y algunos no lo hacian hasta a los veinte, era difícil. No debutabas con la piba del barrio: a ésa no le tocabas un brazo”.

Recuperar el tiempo perdido. "Lo que más me duele es que no estuve el tiempo necesario con mis hijos cuando eran chiquitos. Ahora me sobra el tiempo y nos vemos. Pero cuando eran chicos no podía llevarlos, como hace cualquier padre, a Palermo, a correr, a jugar al fútbol, a la calesita. Todas esas cosas las he hecho pero en cuentagotas, y eso lo lamento ahora. Creo que debo tener nietos para hacer lo que tendría que haber hecho cuando mis hijos eran chicos".

Un pañuelo para el DT. “Es muy difícil que llore. Sí lloro es por dentro. Por ahí se me cae un lagrimón en una alegría. Una vez sola creo que lloré de emoción: cuando dirigía a Racing y ascendimos en el 85. Un 27 de diciembre en la cancha de River. Había sesenta mil personas de Racing… y lloraban todos… y ahí lloré. Me contagiaron”.

Los consejos para los juegadores sobre sexo de parte de un conocedor. "No se pude incluir minas en las concentraciones. Si cada uno trae a alguien sería un quilombo. Tienen toda la semana para hacer lo que quieran. El jugador tiene que ser lo suficientemente inteligente para saber cómo rinde los domingos, de acuerdo a las veces que hace el amor y de la hora que se acuesta. En el tiempo nuestro yo me sentía un privilegiado físicamente. Me acostaba tarde y al otro día corría y jugaba. Los sábados jugaba en quinta división, a la noche iba a bailar y el domingo me pasaban a buscar y me llevaban a Avellaneda, y jugaba en la reserva cuando faltaban los titulares".

  Cómo ser DT y no morir en el intento“Como DT, emocionalmente sos el responsable de todo. Pero antes no era así. Ahora la gente le da demasiada trascendencia al entrenador, no sé si por culpa nuestra o del periodismo. Antes los técnicos formaban el equipo, no había cambios y la responsabilidad era de los jugadores. Hoy pasó a ser todo a la inversa. Inclusive cuando un jugador no mete un penal la gente putea al técnico, porque lo mandó a patear el penal. Gracias a Dios, lo fundamental siempre van a ser los jugadores. Si no el fútbol no existiría: sería un partido de ajedrez entre dos técnicos. El técnico que tiene mejores jugadores es el que generalmente va a pelear el campeonato o sale campeón, y el que tiene peores jugadores por más grande que sea no pasará la mitad de la tabla. Esa es la verdad, basta de cuentos".
"Para ganar hay que perder dice el tango ¿no? He ganado y he perdido como todo el mundo, como debe ser. Muchísimos títulos como jugador y técnico. Y he perdido mucho también. Pero uno se acuerda siempre de lo que ganó. Lo único que me faltaría para terminar la carrera es salir campeón con la selección argentina como técnico. Es lo que pretendo ahora. Es el último “acto de mi vida”.

Los judadores. "Hoy entre los jugadores hay menos compañerismo. Hay más competencia, como en todas las cosas. Cuando uno juega está toda la familia feliz. Por eso yo siempre me fijo en los que no juegan: cómo actúan, cómo entrenan. Al tipo que sirve lo identificás más cuando no juega. Los otros no sirven, y a las manzanas podridas hay que rajarlas rápido".

Fuente: revista Hombre