El día en que comenzó formalmente el verano y de cara a la avalancha de turistas que se volcarán a las playas de la provincia de Buenos Aires, la Cámara de Senadores bonaerense dictó media sanción para que se apruebe la suspensión por 240 días la utilización de radares para controlar la velocidad en rutas y autopistas de la provincia de Buenos Aires.
La medida, contenida en un proyecto de ley aprobado anoche y que ahora debe ser tratado por la Cámara de Diputados, prorroga por otros 240 días la suspensión que ya regía para aplicar estos sistemas de verificación de infracciones de tránsito.
La norma es impulsada por el titular del bloque radical, Jesús Porrúa y busca continuar la suspensión en el ámbito bonaerense de "la aplicación de cualquier sistema de detección y/o comprobación, automática o semiautomática, fotográfico o no, manual o no", de infracciones de tránsito por exceso de velocidad.
El proyecto, que apoyaron las bancadas del Frente para la Victoria y el Justicialismo, apunta a "evitar abusos que se cometen en nombre de la prevención de accidentes, con los llamados controles de velocidad de los automotores", explicó Porrúa.
"Resulta indispensable instrumentar un sistema que priorice la búsqueda de la seguridad del tránsito, por encima del logro de la recaudación a través de los ciudadanos bonaerenses", sostuvo.
El uso de los radares en rutas bonaerenses sufre suspensiones continuas desde hace años por la polémica generada en algunos municipios que los utilizarán como un método de recaudación.
Fuentes del Poder Ejecutivo adelantaron que el gobierno trabaja en un proyecto de ley para regularizar este sistema de detección de infracciones, que será enviado a la legislatura en los primeros meses del próximo año.