El peligro de un siniestro está siempre latente. Un cortocircuito en las conexiones eléctricas clandestinas, un brasero mal apagado o el derrumbe de cualquiera de las edificaciones puede convertirse en una tragedia. Todo esto, sin contar los accidentes domésticos o de tránsito que pueden sufrir los residentes en las calles o avenidas de la Villa 31 y 31 Bis, en las cuales transitan grandes y chicos, autos particulares, motos de reparto de productos alimenticios, camionetas y máquinas que trabajan en las obras de urbanización del asentamiento que se levanta frente al exclusivo barrio de Recoleta.
Atentos a estas circunstancias, un grupo de bomberos voluntarios, encabezados por Horacio Viale, capacitan a vecinos del barrio con la finalidad de que ellos intervengan y presten los primeros auxilios en un siniestro antes de que lleguen los servicios de emergencia. Se presentan como los Brigadistas de la Villa 31. “La idea es que puedan socorrer a sus vecinos en el caso de un siniestro. Serían la primera reacción ante una emergencia. Nadie conoce el barrio mejor que ellos”, afirmó Viale, bombero voluntario con 26 años de antigüedad.
Matan a tiros a dos hombres en un bar de la Villa 31
La situación se complica más aún si se tiene en cuenta que la escenografía propia del lugar juega en contra del ingreso, por ejemplo, de las autobombas o de las ambulancias del SAME. Los pasillos internos de las manzanas, de poco más de un metro y medio de ancho, suman otra dificultad. Otro de los problemas que existen en el barrio es la falta de bocas de agua para conectar las mangueras.
La idea nació a partir de un programa de seguridad que se llama Brigadas de Fábricas. “Consiste en la preparación de determinadas personas de una empresa para que ante un siniestro, y en horario laboral, tengan la capacidad de ordenar una evacuación, por ejemplo. Esto es similar, pero en este caso la ‘fábrica’ es de 100 mil personas”, graficó Viale, durante su charla con PERIFL.
Además de vivir en el barrio, los brigadistas trabajan allí. Mabel Peña, la más jovencita del grupo y una de las últimas en sumarse al equipo, trabaja en un comedor comunitario. “Mi plan es sumar un granito de arena en una emergencia. Sé que faltan muchas cosas para combatir un siniestro. Llegué por un aviso en la página de Facebook de los brigadistas y me acerqué. Me interesó el programa y aquí estoy, lista para ayudar a los demás”, afirmó Mabel, sin ocultar su sonrisa. Por su parte, Matías Barrera, que trabaja en una de las cooperativas de limpieza del barrio, también apunta a convertirse en bombero voluntario de la Villa 31.
"Es una muy buena oportunidad poder colaborar con el barrio. La recepción de los demás vecinos es muy buena, cuando nos identifican nos alientan a seguir”, contó Matías Barrera sin ocultar su orgullo de ser brigadista.
La capacitación dura unas cincuenta horas cátedra, repartidas en dos meses, durante las cuales los vecinos son instruidos sobre qué hacer y cómo actuar en una eventualidad. “Durante el primer mes se enseña todo lo relacionado con la problemática del fuego, mientras que en el segundo, con la sanidad”, señaló Viale. Por el momento participan 47 vecinos.
La única condición que se requiere es que sean vecinos del barrio y mayores de edad. Los cursos se dictan en el Centro de Formación Profesional que funciona en el barrio La Conteinera.
Además de su presencia en la 31, Viale tiene pensado replicar la experiencia en otras villas de la Ciudad. “Una vez que dejemos a los brigadistas listos para trabajar, el próximo paso será ir a Ciudad Oculta, en la zona de Lugano”, afirmó, por último, el bombero voluntario.
Recambio de la red eléctrica: En un asentamiento de las características de la Villa 31 y 31 Bis, el peligro de incendio está a la orden del día.
Si bien desde el gobierno porteño aseguran que los trabajos de urbanización que se están llevando a cabo contemplan elementos de seguridad, también confirman que por las características propias del lugar la entrada de las autobombas es dificultosa. “De todas maneras, los viernes se envían informes al SAME, a los bomberos y a los equipos de emergencia sobre los mejores puntos de entrada y salida al barrio”, aseguraron fuentes del Ejecutivo.
Una de las medidas que anuncian tiene que ver con la instalación de la red de baja tensión de electricidad, la que llega a los domicilios. “La idea es desenmarañar esos tendidos de cables clandestinos que pueden ocasionar cortocircuitos y provocar un incendio. Se estima que a partir de agosto comenzará el recambio de toda la red eléctrica en todo el barrio”, afirmó la fuente.
