Carlos "Pipi" Garzón, acusado por haber liderado la banda que en 2002 secuestró y ejecutó al adolescente Diego Peralta, fue condenado hoy a casi 30 años de prisión por el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata, frente a una sala llena de familiares y amigos de la víctima que celebraron con aplausos y gritos la sentencia.
Garzón escuchó el veredicto y se fue protestando y clamando inocencia ante los asistentes al debate que estaban festejando la decisión del tribunal, cuando los agentes penitenciarios lo retiraban de la sala. El acusado fue condenado a 29 años, 11 meses y 27 días por ser considerado autor de los delitos de "secuestro extorsivo, homicidio triplemente calificado, agravado con saña, y robo en poblado y en banda" por el remís que se usó para llevarse a la victima.
Junto a él fueron juzgados otros miembros de la banda -ya condenados- precisamente por el robo de ese vehículo, por lo que recibieron penas de entre tres y ocho años de cárcel. "Se puede, cuando uno lucha y busca la verdad, se puede -gritó Emilce Peralta, madre de Diego, tras escuchar la sentencia-. Yo nunca bajé los brazos porque en mi mente nunca entró la posibilidad de que los asesinos quedaran libres".
Pero la mujer aseguró que su lucha continúa con los otros supuestos culpables del final de su hijo: "Ahora voy por el juez federal Carlos Ferreiro Pella y los policías de la Brigada Antisecuestros, que recién empezaron a buscar a mi hijo a los 15 días de su desaparición". Diego Peralta tenía 17 años cuando iba en un remís al colegio y fue secuestrado en la mañana del 5 de julio de 2002 en la localidad bonaerense de El Jagüel, en el partido de Esteban Echeverría.
Un auto se le cruzó y la banda capturó al chico al que se llevaron secuestrado hasta una casa de Plátanos, en Berazategui. Con el chico atado y drogado, los delincuentes pidieron 200.000 dólares de rescate, pero la familia negoció un pago de 9.000 pesos y 2.000 dólares que su padre, Luis Peralta, arrojó cerca de la cancha de Claypole. Sin embargo, el tiempo fue pasando y el chico nunca apareció vivo; recién el 12 de agosto de 2002 su cadáver fue encontrado en las aguas de una tosquera en Ezpeleta. Según confesó más tarde Marcelo "Chelo" Cejas, uno de los condenados en el juicio anterior, a Peralta se le había caído la venda durante su cautiverio y creyendo que podía reconocerlos lo mataron.
Hace dos años un tribunal condenó a perpetua a Cejas, Julio César Rotella, David "Chaca" Pereyra, Rosa Pistillo, alias "La Gorda Rosita", y Enrique "Baty" Báez. También sentenció a diez años de prisión a Lauro "El Chino" Shimabukuru y a cinco años José Pablo García. Garzón estuvo prófugo dos años y medio hasta que fue atrapado en 2004 en Paraguay; los trámites de extradición se demoraron y recién fue traído al país en el 2007. Ahora, como único protagonista del segundo juicio por el caso, el fiscal Horacio Galdós la Fiscalía y la querella a cargo de José Luis Ferrari pidieron 37 años y medio de cárcel para Garzón, mientras que la defensa reclamó la absolución y cuestionó los dichos del "arrepentido" Cejas.
Antes del veredicto, Garzón dijo que era inocente. Ya en la indagatoria había dicho que no tenía nada que ver con el robo del Volkswagen Senda que utilizó la banda para secuestrar a Peralta y que se enteró "por los diarios" de la muerte del adolescente. Pero los jueces del TOF 1 -Joaquín Carlos Ruggero, Mario Gabriel Reynaldi y Héctor Carlos Acuña- entendieron que las pruebas eran abrumadoras, y lo sentenciaron a casi 30 años de cárcel, en base a fundamentos que darán a conocer el 6 de diciembre. También condenaron por el robo del auto a Rotella, Pereyra y Pistillo a ocho años de cárcel, al "Chino" Shimabukuru a seis años y a Cejas a tres años.
Fuente: DYN