La fiscalía se sumó hoy al
pedido de la querella y reclamó
25 años de prisión para los tres acusados del robo de María Eugenia Sampallo
Barragán, la hija de desaparecidos que siendo bebé fue sustraída de sus padres y que ya
adulta pidió que se juzgue a sus apropiadores.
En su alegato, el fiscal Félix Croux pidió la máxima pena por considerar probado que la
totalidad de los delitos imputados se consumaron en todos los casos con el pleno conocimiento de
los autores y con fin expreso de alejar a la chica de su familia biológica.
María Eugenia tiene ahora 30 años y luego de recuperar su identidad en 2001 querelló a sus
apropiadores
Osvaldo Rivas y María Gómez Pinto, quienes la anotaron como propia. Para ello
usaron un certificado de nacimiento falso entregado junto a la nena por el entonces
teniente primero Enrique Berthier, afectado entonces a labores del terrorismo de
Estado en el Regimiento de Infantería Mecanizada 3 de La Tablada, según consta en su legajo
militar.
Al igual que lo hizo ayer la querella, la fiscalía
tipificó los delitos como retención y ocultamiento de identidad, alteración de
estado civil, más falsificación de documento público en tres oportunidades.
La cadena delictiva se inició con la sustracción de la criatura nacida durante el cautiverio
de sus padres, todavía desaparecidos, y se perpetuó mediante su retención y ocultamiento de
identidad durante 24 años de manera premeditada.
El fiscal Croux destacó que Berthier, que según numerosos testimonios volcados ante el
Tribunal Oral Federal 5 entregó a la entonces bebé a la pareja, "también la recibió de quien la
arrebató a sus padres".
Para ello -resaltó- actuó en acuerdo con el fallecido médico militar Julio César Cáceres
Monié, quien firmó el certificado de nacimiento falso en que Rivas y Gómez Pinto aparecían como
padres biológicos.
El pleno conocimiento que tenía la pareja Rivas-Gómez Pinto sobre el origen de la nena fue el
otro tema central de la exposición de Croux, citando numerosos testimonios volcados en el juicio,
entre ellos el de la vecina Olga González y de la propia María Eugenia.
La primera dijo haber escuchado los gritos de Gómez Pinto retando a la nena y achacándole su
rebeldía a que "tenía que ser hija de guerrillera" y que de no haber sido por sus cuidados
"estarías tirada en una zanja". El fiscal enmarcó los delitos cometidos por los apropiadores en "la
pretensión de eliminar a un linaje de militantes", de la que todos participaron concientemente.
El juicio, que ya ha entrado en su etapa final, se reanudará en dos semanas cuando
el martes 25 se escuche el alegato de los defensores oficiales de Rivas y Gómez
Pinto. Un día después será el turno de la defensa del militar Enrique Berthier, el único
de los tres que ya está detenido y también cuenta con un abogado defensor privado, Alejandro Maceo.
El Tribunal Oral Federal 5 informó que dictará la sentencia de este juicio el viernes 4 de
abril.
Fuente: Télam