El acceso a la vivienda propia, sobre todo a partir de créditos hipotecarios, se convirtió en una meta casi imposible de alcanzar para los argentinos. El reflejo de esta situación es la caída en las operaciones de compraventa de inmuebles registradas durante el mes de marzo del 2019 en la Ciudad. Cayó el 55%. Mientras que las escrituras con crédito hipotecario fue la más baja de los últimos diez años. Se registró un 91% menos que en 2018.
El dato surge de un informe elaborado por el Colegio de Escribanos de la Ciudad de Buenos Aires en el que se aseguró que la cantidad total de las escrituras de compraventa de inmuebles registró en el tercer mes de 2019 una baja de 55,4% respecto del nivel registrado un año antes.
Según el estudio, durante el mes de marzo se realizaron 2.738 operaciones inmobiliarias, por un monto de $13.031 millones en total, un 28,1%, respecto al mismo período de 2018. Se trata del décimo mes consecutivo con caída si se lo compara con los registros de 2018.
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En relación con los montos promedio de las operaciones, el mismo fue de $ 4.759.371 (U$ 111.879 de acuerdo al tipo de cambio oficial promedio): si bien creció el 61,3% en un año en pesos, en moneda estadounidense bajó 22%.
En el caso particular de los créditos hipotecarios, si se miden los trimestres con hipotecas, 2019 representó el período más bajo desde que se tienen datos de la serie histórica que arrancó en 2009. Representaron el 7% del total, frente al 36% de un año antes. Al respecto, Claudio Caputo, titular de la entidad, aseguró a PERFIL que “mientras el año pasado era de un récord absoluto para escrituras con crédito hipotecario con más de 5.500 operaciones en los primeros tres meses, 2019 suma solo 588 operaciones en total. Creemos que las comparaciones interanuales seguirán siendo fuertes en lo negativo hasta abril y luego se empezará a suavizar”.
La tendencia a la baja en la firma de operaciones de compraventa preocupa al sector del real estate. “Las caídas en la escritura son el resultado de tres años consecutivos de parálisis. El rubro inmobiliario y de los nuevos desarrollos es uno de los sectores que más sufrió la caída de la economía. Los inversores se han volcado al sector financiero y las altas tasas de financiamiento han generado que el sector esté en una meseta. La clave para dar vuelta estos indicadores será generar una mesa de trabajo entre el sector público y privado que permita reactivar la industria lo más rápido posible ya que es uno de los pocos sectores que pueden generar inversión y mano de obra genuina en el corto plazo”, afirmó de manera contundente, Rodrigo Fernández Prieto, CEO de la inmobiliaria Intelligent.
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Mientras que Hernan Nucifora, director de la desarrolladora Global Investments, señaló que “la situación del mercado en el primer trimestre del año se remonta a situaciones parecidas al año 2001-2002 y emparentadas al 2012-2013 con el cepo al dólar. El volumen de operaciones inmobiliarias hoy es nulo y las ventas que se generan son operaciones puntuales y tiene que ver con oportunidades que genera un mercado paralizado. Si comparamos la situación de marzo a un año atrás, la baja de las escrituras representan solo una parte del amesetamiento del sector, ya que la otra preocupación son las nuevas obras, las cuales dinamizan realmente la industria”.
CC EA
