Europeos y norteamericanos adeptos a la cirugía estética están cada vez más atraídos por Argentina, seducidos tanto por la calidad y el precio de las intervenciones quirúrgicas como por las bellezas del país.
"Para mis vacaciones, quería pasar un buen momento y hacerme de nuevo los pechos y en Buenos Aires pude hacer las dos cosas con un costo mínimo", contó a la AFP Adriana, una joven italiana de 28 años.
Tras la crisis económica de 2001 y el abandono de la paridad cambiaria entre el peso y el dólar, tanto las cirugías como los gastos de estadía se hicieron mucho más accesibles en Argentina, un país que redescubrió su vocación turística ayudado por una moneda valuada en tres pesos por dólar.
"Pero la calidad es la misma que antes (de la crisis)", aclaró el cirujano Guillermo Blugerman, quien encabeza un equipo médico de una veintena de personas en la clínica B&S, especializada en la cirugía plástica. Explicó que esto es posible porque "antes de la devaluación de 2002, pudimos importar material de muy alta calidad".
Virginia, una española de 22 años, viajó especialmente a Buenos Aires desde Madrid para aprovechar el precio pero también por "el profesionalismo de los médicos argentinos". Contó que una amiga le había aconsejado hacer el viaje y que no se arrepiente de haberla escuchado, satisfecha con sus nuevas formas.
Los cirujanos argentinos aseguran estar más adelantados que sus homólogos europeos en algunas de las especialidades. La técnica de lipoaspiración con láser, por ejemplo, fue elaborada en Italia "pero nosotros la mejoramos mucho e hicimos de ella una de nuestras especialidades", aseguró Blugerman.
Pero la cirugía estética no es una novedad la Argentina. "La demanda local siempre ha sido importante", afirmó Soraya Abboud, una de las responsables de la clínica Ultrasthetics Argentina, al asegurar que los cirujanos de su empresa "están entre los más experimentados".
Los pacientes argentinos representan aún un 60% de las operaciones que se realizan en el país, pese a que para ellos el esfuerzo financiero es bastante mayor al que deben hacer los europeos. "Tenemos varios clientes que han vendido su casa para pagarse una operación", explicó Blugerman.
Según el médico, Argentina ocupa el tercer lugar mundial por el número de cirugías por habitante que se realizan, detrás de Brasil y Estados Unidos.
A fin de que los pacientes extranjeros se lleven de recuerdo de Argentina algo más que una piel nuevamente tersa o senos renovados, algunas clínicas se erigen como una suerte de agencias de viaje. Desde 2003, la clínica Plenitas ofrece a sus clientes excursiones a la sureña Patagonia o a las Cataratas de Iguazú, en el noreste del país. Los viajes organizados previos a la operación seducen cada vez a más personas. "Alrededor del 40% de nuestros clientes opta por esta fórmula", se entusiasmó Martín Díaz, responsable de marketing de Plenitas.
Los profesionales del turismo han entendido también el interés que representa la cirugía estética. La agencia de viajes Tangol, que ofrece un panel de actividades turísticas típicamente porteñas, recientemente agregó una rúbrica médica a su lista de propuestas. Entre un partido de fútbol de Boca Juniors, el equipo más popular de Argentina, y una clase de tango, la agencia ofrece a sus clientes un lifting o una inyección de siliconas.
Fuente: AFP