Si anoche fue tiempo de una multitudinaria congregación contra el matrimonio gay, hoy el turno es de las agrupaciones que la respaldan a la espera de la votación en el Senado. Grupos kirchneristas como el "La Cámpora" y la "Juventud Peronista" se ubicaron junto al MST en la avenida Entre Ríos.
Por su parte, los grupos homosexuales, encabezados por la Comunidad Homosexual Argentina y la Federación Argentina Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans, utilizaron un escenario (Patricia Sosa prestó su voz al reclamo) y una carpa para seguir, minuto a minuto, por pantallas de TV las alternativas del debate en la Cámara alta.
Temprano llegó a la Plaza de los Dos Congresos el ministro de Economía, Amado Boudou, junto a su novia Agustina Kämpfer -querellada por Martín Redrado por tratarlo justamente de "bala" por TV- y luego fueron llegando otras personalidades que respaldaron las uniones de personas del mismo sexo: el actor Gabriel Corrado, la transexual Flor de la V y la actriz Zulma Lobato, entre otros.
Sobre las 17.30 se produjo el único altercado en la puerta del Congreso. Unos pocos religiosos que rezaban porque el Senado rechace el proyecto de ley fueron increpados por un grupo de jóvenes y hasta recibieron huevazos, por lo que tuvieron que irse del lugar. Fue justo cuando un diseñador gráfico y artista independiente ubicó un inflable con la forma de un pene de cinco metros de largo que apuntaba sugestivamente a la entrada central del Poder Legislativo. "La tienen adentro", decía en un costado, utilizando la repetida frase de Diego Maradona.
Otra curiosidad del encuentro fue el debate abierto y en directo que propinó Radio Rebelde en plena Avenida Rivadavia. Jóvenes homosexuales discutían a los gritos con señoras mayores. Todo un reflejo de la pugna que generó el tratamiento legislativo de los matrimonios gays.
Ya cuando anochecía llegó la primera pareja homosexual reconocida por la Justicia en la Argentina, José María Di Bello y Alex Freyre. En diálogo con Perfil.com se mostraron muy confiados en que sería ratificada la iniciativa para reformar el Código Civil. "Esto es una fiesta, acá muchos se quieren casar", celebró Di Bello y agregó que "por más que el Congreso no apruebe los matrimonios gays, la Justicia sí los va avalar".
Centenares de parejas gays y lesbianas jóvenes fueron desafiando el frío y acercándose a la plaza. Para las 20, cuando se rumoreaba que podría darse la votación, frente al Congreso ya había más de veinte mil personas. Casi nadie dudaba de una 'derrota' legislativa.